Sábado, 04, May, 12:33 PM

Fuente: www.pichilemunews.cl – 02.02.2024
- Con este titular -de alguna manera- representamos como contribuyente nuestra opinión en torno a la parrilla de artistas considerados para los días en que se celebrará la Semana Pichilemina 2024.
- Que quede claro, desde el primer momento: NO ESTAMOS EN CONTRA DE LA CELEBRACIÓN DE LA SEMANA PICHILEMINA.

Jamás lo hemos estado. Incluso por años apoyamos y difundimos estas actividades, cuando la municipalidad -aparte de contar con la Pista Municipal, o la calle “x” que se cerraba para realizar un Festival, no tenía “un peso de presupuesto para estas actividades”.
Y se hacían lo más bien, todo el mundo quedaba contento, por cierto, alguna candidata a reina perdedora. O el papá de ésta, si se sentía humillado porque su hija no había logrado el cetro.
La corona que se ganaba la candidata que más actividades y puntaje generaba y que juntaba dinero para comprar los votos, de su grupo que le acompañaba.
Con ese dinero se pagaban -aunque pocos artistas o muchas veces con la cooperación de grupos musicales, gratuitamente- se lograban financiar.
FINANCIAR los gastos, los pequeños gastos ornamentales, coronas, bandas y afiches que se pegaban en lugares de concentración de público, que se mandaban a imprimir afuera.
Y el remanente que quedaba, era destinado para Bomberos u otra organización que necesitaba recursos y que, a la vez, trabajaba y apoyaba con la Noche Veneciana junto a los boteros. Y en no pocas ocasiones para pavimentar una calle o parte de está, iluminación (más ampolletas).

¿Se entendió?
Así era antes, cuando había mística, cuando había voluntad. Los funcionarios municipales -que eran infinitamente menos a los de hoy- trabajaban gratis en las horas extras que demandaba hacer un trabajo, una labor fuera de su horario laboral.

En efecto, el alcalde de turno en esas décadas pasadas ¿qué hacía para organizar la Semana Pichilemina correspondiente?
Llamaba a las instituciones, como Bomberos, Club de Leones, dueños de hoteles y veraneantes entusiastas -que siempre había dispuestos a trabajar- a un par o tres empleados municipales y los reunía para llevar adelante el mismo programa del año anterior, u agregar alguna actividad que fuera interesante y atractiva y que fuera factible llevar adelante. Si había acuerdo se agregaba o se confirmaba el mismo. Se veía un par de artistas y punto. Se buscaba un par de candidatas en los hoteles, o que presentaran las instituciones participantes.
Hasta el año 1973 los funcionarios municipales entre obreros y empleados de oficina no pasaban de ser más de dos docenas. ¿Hoy se sabe cuántos hay?

¿A qué todo esto?
Ahora todo es distinto: Hay recursos a destajo, funcionarios que trabajan y cobran por todo su esfuerzo desplegado (¡claro, también es justo cuando hay recursos). Eso está claro.

Coincidencia
Un hecho ocurrido hace dos días -por cierto una coincidencia- nos da para pensar, reflexionar; pero lo que no se entiende, es que por un lado se llame -exactamente el 31 de enero, a las 15 horas- a una convocatoria para “actualizar el Catastro de Inmuebles Patrimoniales de Pichilemu”, algo que -al parecer- se realizará en cada comuna.
Y, en el mismo edificio donde se realizó ese importante encuentro de ciudadanos, de dirigentes, de personas interesadas en el patrimonio, ¿saben cuántas personas asistieron? ¿Lo informará el municipio, el que coordinó esa reunión con la empresa de expertos en el tema -creo de nombre Tándem- o esta empresa lo hará para justificar su cometido ante el ministerio mandante que -lógicamente les pagará por su importante trabajo, si es que ya nos les pagó “por adelantado” como es la modalidad actual. Al menos en el Ministerio de la Vivienda y Urbanismo, MINVU. O Gobernaciones en algunas (¿?) regiones del país, como se ha ido conociendo, semana tras semana ….

La cantidad de personas fue irrisoria. Entre profesionales y asistentes no habían más de ….. (¿cuántas veces no se les ha dicho que estas reuniones de interés comunal deben hacerse en temporada baja?, ¿o no saben que las personas que saben o pueden ser un aporte en este tipo de temas están ocupados en sus propios intereses: atendiendo sus negocios, o a familiares, visitas, etcétera. ¿Cuándo van a entender?

Bueno, hay que decir que no es la primera vez que ocurre situaciones similares. Cuando se trata de cosas importantes y se expone “algo raro” ante la comunidad, solo asiste esa “comunidad interesada o quienes llevan velas en el entierro”. Ejemplos hay muchos, pero nadie los comentará, pues el tejado de vidrio es frágil …
Algo parecido a esto, ocurrió hace como cuatro años llegó una Consultora a realizar algo similar. Y, de ello, nada se sabe qué ocurrió, a dónde se fue esa información lograda.
Y, después de eso una nueva empresa con el mismo propósito, para actualizar el “Catastro de inmuebles patrimoniales …….”. ¿Habrá que esperar otros cuatro años y esperar quiénes llegan a hacer esta misma pega, que por lo demás, la información la entrega quienes tienen un poco de conocimiento sobre patrimonio histórico, arquitectónico, etcétera. Tema en donde ya hemos hecho aportes y firmados por vecinos y dirigentes, pero que no se sabe si fueron tomados en cuenta o no …

Detalle
Pero el detalle importante -que aún no he tocado- es que, mucho antes que se celebrarán las competencias de surf en el marco de Santiago 2023, señalamos que nuestro principal edificio icónico, monumento nacional desde 1988, junto al Parque de Palmeras, al menos debía dársele una manito de gato y reemplazar cada uno de los “pináculos” que coronan las dos torres que dan a la avenida Agustín Ross, como también los “pináculos” menores que están en la ala poniente y oriente, sobre las ventanas de las mansardas. ¡Al menos eso! “No se escucha padre” fue la silente respuesta de las autoridades -alcalde, concejales- tampoco alguna o algún funcionario del Centro Cultural “Ross” dijo al menos: “Estamos haciendo las gestiones” …, era lo mínimo.
¿Y si le quitan de sus sueldos para acometer esos gastos no contemplados de manutención del edificio? Por cierto, eso también sería injusto.
Lo cierto es que ese edificio histórico, monumento nacional, todo indica que no tiene presupuesto asignado para gastos de ese tipo de peculiaridad.

¿Cuántos recursos se requieren para dejar “decentemente” el Centro Cultural?
¿O se tendrá que esperar que aparezca una Fundación?, como las que “en un dos por tres han recibido millones y millones de pesos” y hasta ahora no se sabe en qué fueron usados. ¿O estará mintiendo la CGR y Fiscalías con sus investigaciones?

Una vez más recordamos que, cuando en pleno invierno y las aguas lluvias se hacen sentir, se filtran por la cubierta (techumbre) y mojan las oficinas, algunas ya clausuradas. Y de éstas se siguen filtrando al siguiente piso -como ya lo vimos, fotografiamos- en la propia biblioteca municipal, donde deben “ingeniárselas las mujeres” que allí atienden para que no se mojen los volúmenes, libros, juegos que tienen para el uso de los niños, de los jóvenes y adultos usuarios.
Y, ojo, ese material en su mayoría -sino en su totalidad- es adquirido por el constante concursos, de diferentes fuentes de financiamiento.
No son aportes municipales que aprueban el alcalde y los concejales; pero que sí estos están prestos a financiar otras “prioridades” que surgen en el camino.

¿Llegaremos a tener una vez más ese edificio en condiciones deplorables como alguna vez lo estuvo?
Si no hacen nada por él, así ocurrirá.

Me pregunto, ¿le importa esto a una autoridad municipal y/o un funcionario que no conoce la historia de las cosas, que no es de la comuna, se preocupa lo suficiente por revertir estas situaciones preocupantes?
¡¡Ya lo veremos!!, esperaremos para ¡aplaudirlo!

Dicho popular
“Sí, es un dicho popular que se utiliza para expresar la idea de que, aunque alguien no tenga suficiente dinero, debería seguir disfrutando de la vida sin preocuparse por la falta de recursos. El dicho sugiere que, si hay suficiente dinero, se puede ocultar la pobreza y continuar con la fiesta.
Es importante tener en cuenta que este dicho puede ser considerado ofensivo por algunas personas, ya que puede trivializar la lucha contra la pobreza y la desigualdad social. Es necesario ser consciente de la sensibilidad de las personas y evitar el uso de dichos que puedan ser considerados ofensivos o insensibles”.
Este párrafo de internet lo bajamos para tratar de que se entienda un poco nuestro titular. El que asociamos a nuestro artículo al difundir las actividades artísticas que considera la celebración de la Semana Pichilemina 2024.

Imágenes: Municipalidad de Pichilemu