Fuente: www.pichilemunews.cl – 31.05.2023
- Es una de las conclusiones que tras leer la demanda en contra de la Municipalidad -para salir airosos- sacamos como una prioridad donde instituciones directamente involucradas deben unirse.
- Estamos preocupados que las instituciones como el mismo municipio, su alcalde, sus concejales, la Junta de Vecinos donde está el Aeródromo, las aledañas, y el propio Club Aéreo de Pichilemu se queden tranquilos, de brazos cruzados.
- Pensar que este fin de semana en todo el país se celebró el Día de los Patrimonios, acá en el “bosque pequeño” los lobos hambrientos quieren quitar al municipio uno de los más grandes patrimonios que tiene: El Aeródromo Municipal, de más de 112.000 m2.

En efecto: para luchar y defender -una vez más- terrenos que pertenecen a toda la comunidad. Y que un par de audaces -que no se cansan de intentar depredar- pretenden ahora -como “herederos universales”- de que el municipio les devuelva, les restituya 112.000 metros cuadrados, que no es otra cosa que el Aeródromo Municipal, en el cual -gracias a un proyecto presentado por el Club Aéreo de Pichilemu, apoyado por el propietario del terreno- el Fisco de Chile en los últimos cinco años ha invertido miles de millones de pesos en mejorar las condiciones de seguridad, recarpeteo de la pista, mejoramiento de su infraestructura (Hangar, oficinas, servicios higiénicos, salón de reuniones, entre otras acomodaciones), obras que, están hace un par de meses entregadas para su uso, pero que no han sido oficialmente inauguradas.
Así es, en el colmo de la desfachatez, el mismo personaje que está bajo la empresa Eluney SpA, Daniel Parada Aliaga, presentó una demanda en contra de la Municipalidad de Pichilemu, el 17 de mayo de 2023, Causa Rol C-105-2023 en el Tribunal de Pichilemu y que fue notificada el 19 de mayo recién pasado.
Estos últimos datos, logrados recién ayer por la tarde, nos ha permitido sacar este artículo con fundamento; no obstante a que, desde el viernes recibimos del colaborador y dirigente Juan Ávila -vía Whatsapp- el texto íntegro de la demanda, no así la fecha de su presentación ni el rol correspondiente. En nuestros intentos de conocer detalles, fecha y rol de la causa, nos comunicamos con el presidente del Club Aéreo de Pichilemu, CAP, socio Nelson Leiva Ahumada; pero pese a reconocer a estar en conocimiento, no supo responder a mi consulta. Si, reconoció a estar en contacto con la Municipalidad y que, en base a los antecedentes existentes, tienen los fundamentos para echar por tierra los argumentos del demandante.
Así y todo, consultado si el CAP tenía considerado a emitir alguna opinión oficial o declaración pública al respecto, señaló que el tema no se ha tratado oficialmente en reunión de Directorio.
Por otra parte, a raíz de haberse tratado el tema en un programa radial el domingo, otros dos colaboradores, en paralelo, me enviaron lo que estaba esperando; pero las instituciones aún no emiten comunicado oficial.

Demanda
Por lo extenso del texto de la demanda, solo en el cuerpo principal la resumiremos y, en formato jpg irá como foto en la plataforma de Facebook para quienes quieran informarse en plenitud de esta acción. Y, donde ojalá “revivan los pichileminos que tienen sangre en las venas” y, tal como hace unos años defendieran nuestro más preciado bien -las aguas y olas- que bañan nuestras playas y la fuente que proporciona los ingresos a la mayor parte de la población, ya directa o indirectamente, con el movimiento turístico que su atractivo genera. Ante esta nueva amenaza, las más diversas instituciones expresen su rechazo a este intento descomunal de quitarle al municipio, al balneario, una de las fortalezas que otros centros turísticos no tienen.
Acá, no se trata de que una institución como el CAP, pueda quedar sin un aeródromo donde practicar la aviación, incentivar el vuelo, formar pilotos, pues sus pilotos lo podrán hacer en otros lugares; sino quien estaría perdiendo eventualmente, sería el municipio y la comunidad, a nivel país; pues se perdería una pista que está catalogada como estratégica y, es por ello, que el Estado ha invertido ingentes recursos, porque es un punto equidistante -por la costa- entre otras ciudades con igual infraestructura y que ante desastres naturales, climatológicos, emergencias de accidentes, su pista sirve para evacuaciones aeromédicas, como para punto de carguío ya de agua y/o combustible de aeronaves que combaten incendios forestales.

¿Qué dice resumidamente la demanda?
La demanda presentada en el Juzgado de Letras y Garantía de Pichilemu, notificada al alcalde Cristian Pozo con fecha 19 de mayo de 2023, es la Causa Rol C-105-2023. En palabras simples y precisas, el demandante ya sindicalizado pide que se le devuelva la propiedad por incumplimiento del contrato por parte de la Municipalidad, la que habría dado un destino distinto al contrato de donación, que es cancha de aterrizaje y no para instalar fondas y ramadas, lo que ocurrió en Fiestas Patrias del año 2019. Y, donde argumentan con lujo de detalles, que el municipio obtuvo una importante cantidad de recursos. Y que según el demandante en la Donación no se contempla esos usos, sino de campo de aviación.
Llama la atención, que en la demanda nada dicen respecto a si en la eventual devolución, ellos pagarán a cambio todas las mejoras que a través de tiempo tanto el municipio, con recursos propios, como los de los propios socios, como los invertidos por el Estado de Chile, a través del Gobierno Regional, del Ministerio de Obras Públicas; habida consideración que los terrenos “donados” por el dueño de esos terrenos -José Bianchi Molinari- fue un terreno eriazo con pendientes, canales de aguas lluvias; todo lo cual a través de los años fue mejorándose hasta llegar a lo que hoy existe.
Tampoco, para nada, dicen que esa “Donación” no fue de dadivoso y “a cambio de nada”. En estricto rigor, fue como una fórmula de compensación, en esos años al municipio pichilemino, por las obras de urbanización que el Loteador no tenía hechas como lo indica la Ley al respecto, para luego recién -tras la urbanización de esos loteos, de acuerdo a la ley, que de esa fecha a lo actual no ha cambiado- para que el Loteador pudiera contraer compromisos de venta de terrenos y “hacer caja para realizar las obras de urbanización” y, que, al cabo de casi 70 años o más, nunca se concluyeron.
La prueba está en darse un simple recorrido por diversas manzanas -construidas y eriazas- que no cuentan con la más mínima urbanización, en las denominadas Población “María Luisa” y “El Bosque”.
Por otra parte, en ningún párrafo de la demanda dice que el “heredero universal” en que se erige, va a cumplir con todas esas urbanizaciones que no cumplió el Loteador hasta que murió en los años ’60. Y que sus herederos tampoco las completaron. ¿O quizás una vez recuperando este “heredero universal” terminará con el fruto del loteo que hará tras la eventual devolución por parte de la justicia?

Preocupación
¿Hay preocupación? Hay preocupación -no por falta de argumentos de la defensa- sino de la nimia reacción municipal, donde uno esperaría que -ante este artilugio jurídico- el Concejo en pleno emitiera el más enérgico repudio y voluntad de poner a trabajar a un equipo jurídico que de garantías de eficiencia, que de la pelea con “convicción”.
No son precisamente los actuales integrantes de la oficina jurídica quienes han peleado los recursos y causas donde el municipio ha salido airoso, como es el caso del terreno del ex Matadero Municipal.
El municipio, aparte de los que trabajan ahí, han tenido que contratar abogados externos. ¡¡No nos confiemos …!!

Y, por cierto, estamos preocupados que las instituciones como el mismo municipio, su alcalde, sus concejales, la Junta de Vecinos donde está el Aeródromo, las aledañas, y el propio Club Aéreo de Pichilemu se queden tranquilos, de brazos cruzados.
Más aún, dando pie a que se piense que, en cada una de ellas, haya integrantes y aliados de estos “herederos universales”.

Fotografías: Archivo “Pichilemunews”