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Fuente: El Ovallino online – Por: Luciano Alday Villalobos – 08.02.2022
- Los cuatro deportistas que se presentaron en la competencia lograron podio en sus respectivas categorías. Denisse Cortés se quedó con la medalla de bronce, Felipe Arroyo y Kevin Contreras sumaron presea de plata, mientras Nicolás Vargas ganó el oro.

La Escuela Municipal de Taekwondo de Combarbalá volvió a la competencia tras casi dos años sin combates oficiales producto de la pandemia. La instancia de regreso fue el Campeonato Nacional realizado en Pichilemu, Región de O’Higgins.
Pese a la inactividad, el rendimiento de los cuatro luchadores combarbalinos fue el óptimo, ya que todos lograron entrar al podio en sus respectivas categorías.
Denisse Cortés (16 años) logró medalla de bronce, Felipe Arroyo (13 años) y Kevin Contreras (17 años) sumaron preseas de plata, y Nicolás Vargas (25 años) ganó medalla de oro al imponerse en la final por 32 a 2.
La única mujer de la delegación combarbalina, Denisse Cortés, manifestó su conformidad con su presentación individual, ya que espera que esta le sirva como enseñanza, “es mi primera vez en Pichilemu y me sentí satisfecha con mi combate, ya que retomé hace poco, este es un deporte que me gusta mucho, me gustó conocer estas partes y ganar experiencia, mi meta es llegar a campeonatos importantes y conocer nuevas culturas y diferentes deportistas, sé que por medio de nuestro profe podemos llegar a cosas más importantes”, indicó.
El más joven, Felipe Arroyo, también manifestó felicidad tras culminar en segundo lugar en su categoría, “esta fue una de mis primeras competencias, me sentí nervioso al empezar, pero ya en batalla me sentí bien. Con el resultado quedé conforme y súper orgulloso, porque todo el entrenamiento que había hecho no fue en vano”, señaló.
Kevin tuvo una de sus últimas competencias en categoría juvenil, ya que próximamente debiese ser promovido a adulto. Él no quedó del todo conforme con su medalla de plata, pero espera que la experiencia le valga para su desarrollo, “yo no me sentí como realmente me hubiese gustado, estuve cerca de quedarme con la final y eso me quedó picando, pero hay que seguir mejorando y retomando el tema de competir y sentir la presión, quiero seguir mejorando para acostumbrarme a la siguiente categoría, esto será un gran desafío, porque aumenta el nivel”, apuntó.

A tono para el oro
  El más experimentado de los luchadores combarbalinos, Nicolás Vargas, cuenta que la inactividad competitiva le costó subir de peso, pero pese a eso logró recuperarse para llegar en mejor forma.
“Yo antes pesaba menos de 68 o 74 kilos, con la pandemia me descuidé y llegué casi a los 98 kilos. Cuando se presentó la oportunidad de este torneo me propuse la meta de bajar a menos de 87 kilos, entonces estuve entrenado con el maestro Juan Cabezón y gracias a eso lo logré y pude presentarme con una velocidad increíble”, comentó Vargas. “En el combate me sentí muy bien, estuvimos entrenando harto, nuestro maestro nos mantuvo muy bien físicamente, y al momento de pelear volamos, tuvimos muy buena resistencia y eso nos ayudó harto, yo gané los dos combates con una diferencia bastante amplia. Me sentí muy bien de ganar, estaba orgulloso y muy agradecido del maestro y de los otros instructores que estuvieron apoyando”, agregó el campeón.

  Importancia del entrenamiento
  Para lograr tan positivos resultados fue necesario aumentar las prácticas, fue así que durante diciembre y enero los entrenamientos de la Escuela Municipal de Taekwondo fueron en doble jornada, en cinco días a la semana, “con la pandemia tuvimos clases online, luego pudimos tener clases presenciales con aforos limitados. Los chicos estuvieron entrenando harto para buscar un mejor rendimiento, que fue lo que quedó reflejado ahora”, señaló el entrenador Juan Carlos Cabezón.
El instructor comenta que se encuentra orgulloso de sus dirigidos, pero que los logros no le nublan la mente, ya que sabe que hay cosas por mejorar, “tenemos una autocrítica, hay que seguir trabajando, tuvimos algunos detalles que se vieron ahora que no se ven en los entrenamientos, en eso vamos a entrenar. Pero en general los chicos se movieron bien, la toma de decisiones también estuvo buena, los trabajos de resistencia funcionaron, ya que no terminaron fatigados, por ese lado estamos contentos”, comentó.

  Futuros desafíos
  El año 2022 se viene lleno de competencias nacional e internacionales para los luchadores combarbalinos, aunque lo más pronto es un encuentro regional no competitivo, más bien participativo, el 12 de febrero en el Cendyr de La Serena.
En cuando a competencias oficiales se refiere, en diciembre pasado se debió realizar la Copa Chile organizada por la federación, pero esta fue suspendida por el aumento de contagios. Podría ser reagendada a finales de marzo o principios de abril.
Desde mayo vendrán torneos internacionales en Costa Rica, Brasil y Argentina, para los cuales la Escuela de Combarbalá se encuentra reuniendo recursos económicos. Por su parte, Nicolás Vargas compatibilizará los combates con sus estudios, ya que se encuentra en el último año de la carrera de Ingeniería Civil Informática en la Universidad Católica de Valparaíso, con la cual enfrenta torneos universitarios de la disciplina.

Fotografía: El Ovallino