Jueves, 17, Oct, 6:50 PM

Fuente: www.pichilemunews.cl – 11.11.2022
- Carta que elaboramos –como pichilemino- y que coincide con más de una treintena de ciudadanos (as), fue ingresada ayer en paralelo, a la Oficina de Partes del municipio pichilemino, cumpliendo con el plazo del proceso de Modificación al Plan Regulador Comunal de Pichilemu.
- En los últimos años –por la mano del hombre- han sucumbido al menos una docena de inmuebles con valor patrimonial, sin que el instrumento de planificación urbana, considere una protección. Y, otras tantas, de no considerarse una política de protección, a través de Ordenanzas, correrán igual suerte.
- Construcciones centenarias, algunas de más de 150 años, casas patronales, bodegas de acopio de sal y granos, entre otras, están amenazadas por la picota del progreso (¿?).

En efecto, la Carta a la que aludimos, fue entregada ayer, en paralelo, por dos personas ante la probabilidad de que una de ella fallara en la solicitud, ante la imposibilidad de viajar personalmente a ingresarla presencialmente, como se indicaba y no, a través de correo electrónico.
Felizmente, ninguna persona falló. Y, la razón que nos llamó a enviarla a otra persona, fue que el primero –en lugar de agregar observaciones y sugerencias- se dio el tiempo de leerla a vecinos de diversos sectores y sacarle su firma para suscribir el documento antes de presentarlo. Como –en el intertanto- no daba respuesta, nos inquietamos y recurrimos a una segunda persona, para que la presentara.
En horas de la tarde de ayer, ambas personas me enviaron la copia de la Carta, timbrada por la Oficina de Partes. Y si bien fue sorpresa, una de ellas fue doble al constatar que venía una Lista con nombres, cédula de Identidad y firma de casi una treintena de personas que apoyaron las observaciones y sugerencias realizadas. No obstante, estamos consciente que –pese a ser pertinentes y una necesidad que se avance en ello- éstas no sean recogidas y no se condigan con los intereses que tienen quienes están impulsando estas modificaciones. Esperamos equivocarnos, pero la realidad nos obliga a ser pesimista, y a esperar qué se hará o no en el sentido que aspiramos y que creemos es el correcto.

Gratitud por Pichilemu
Antes de dar a conocer estas observaciones y sugerencias –en el marco de la Modificación al Plan Regulador de Pichilemu- mi gratitud a quienes presentaron la Carta, ayer, en forma paralela, a la ciudadana y emprendedora Alejandra Moraga Pino y al dirigente Eduardo Saldías González. Y, por cierto, a cada uno de las personas que tras conocer el texto del documento –impensadamente- lo firmaron en señal de coincidencia con la preocupación que expresamos, como en lo que se propone considerar.

Texto de Carta ingresada

Santiago, 09 de noviembre de 2022

Señores
Ilustre Municipalidad de Pichilemu
Presente

Att.: Dirección de Obras Municipales, DOM
Tema: Modificación Plano Regulador de Pichilemu

De mi consideración:
Junto con saludar, aunque por razones de trabajo estoy residiendo temporalmente en Santiago, mi domicilio –como el de mi familia- sigue siendo Pichilemu, en donde pasé mi infancia y parte de mi juventud, como gran parte de mi adultez, ligado a diferentes instituciones y de alguna forma colaborando en el desarrollo y progreso de nuestra comuna. Es por ello, y pese a estar físicamente alejado, mi preocupación principal como ciudadano y pichilemino, es la suerte de mi comuna en todos sus aspectos.
En este momento, mi preocupación es este proceso de Modificación al Plan Regulador Comunal al que la I. Municipalidad de Pichilemu ha convocado recientemente a una Audiencia Pública, verificada el 26 de octubre pasado.
Por no haber podido asistir a ella, no puedo referirme en específico a las “8 zonas que –según se informa- requieren ser actualizadas, en función de la dinámica de crecimiento local y del resguardo del patrimonio natural de Pichilemu”.
Sin embargo, por de pronto, me llamó la atención que solo se hayan referido “… y del resguardo del patrimonio natural de Pichilemu”.
¿Solo el patrimonio natural de Pichilemu es de interés?
¿Y qué hay sobre el patrimonio medio ambiental, el patrimonio histórico, el patrimonio arquitectónico, que debe necesariamente contemplar un instrumento de planificación comunal?
Hecho ese alcance, es que –con no menos preocupación- deseo señalar que, como ciudadano creo necesario expresar que se requiere, de algún modo proteger varios aspectos hasta ahora ignorados, no contemplados. Y que por ello hemos sido testigos de la falta de conciencia de personas que han demostrado una falta de ella al emprender procesos de modernización (¿?), terminando y dejando sin ningún vestigio de las construcciones que, no obstante, a no haber tenido una calidad oficial de edificio con valor histórico y/o arquitectónico, lo tenían sin duda.
Ello, por ser construcciones de una data cercana al origen de la primera conformación urbana emprendida por don Daniel Ortúzar Cuevas, quien, tras comprar 22 cuadras a la dueña del lugar, Jacoba Gaete de Morales –el 23 de febrero de 1884- se dispuso la delineación de las primera Población.
Ante lo señalado y evidencias palpables de la demolición de construcciones de esa data, o cercana, es que solicito tengan a bien en considerar que, si no se ha contemplado una política de protección ante situaciones de esa índole, quede al menos como un Anexo, la voluntad de generar –por una parte- una Ordenanza que entre otros artículos, considere que un propietario antes de planificar la restitución de una edificación que reúna una data de construcción y tenga características que le den un valor patrimonial y arquitectónico, se proceda a autorizar nuevas construcciones; pero manteniendo al menos la Fachada. Y, permitan preservar ese patrimonio y, así las futuras generaciones puedan apreciar los vestigios, al menos, materiales del patrimonio arquitectónico, y no solo a través de registros fotográficos y/o audiovisuales.

Por de pronto, me atrevo a mencionar algunas construcciones de Avenida Ortúzar, que debieran estar protegidas, sin que las que no sean mencionadas, no lo merezcan.
01 Primera cuadra, lado Nor-Oriente, entre Calle O’Higgins y La Concepción: Construcción (ex Almacén “San Lorenzo”) en esquina de O’Higgins; Construcción del ex Hotel O’Higgins, Construcción del Hotel “Quinteros”.
Lado Sur-Poniente: Construcción al lado del Bancoestado, Iglesia El Carmen.

02 Segunda Cuadra, lado Nor-Oriente, entre Primer Centenario y O’Higgins: Construcción Sucesión Guajardo Morales (esquina, donde funcionó el Almacén “El Sol”, hoy con Artesanía y otros rubros); Construcción de Juan Riveros y Antonieta González.
Lado Sur-Poniente: Construcción de Sucesión Vidal Castro, Construcción de Sucesión Martínez Morales, Construcción Sucesión Avendaño Valdés, Construcción del señor Emilio Guajardo, Construcción del antiguo Hotel “Central” (hoy Hostal) de propiedad Sucesión Bichón Escobedo; Construcción antigua del ex Hotel “San Fernando”, de propiedad de Sucesión Córdova Córdova; y Construcción de Sucesión Vallejos.

03 Tercera Cuadra, lado Nor-oriente, entre Aníbal Pinto y Primer Centenario: Construcción del ex Almacén “Mujica” (propiedad de Sucesión Rebolledo Lizana), y de Sucesión Arraño González; Construcción que alberga a la antigua Panadería “Central” y demás locales; Construcción que alberga a varios locales: Carnicería “Pinto”, Café “Barros (Sucesión Poblete).
Lado Sur-Poniente: Construcción de Sra. Elena Polanco, Construcción del “Bocados ‘s”; Construcción de Sucesión Polanco Martínez (esquina Ortúzar con Manuel Montt). Construcción que alberga a la ex Tienda “Casa Vidal (Sucesión Vidal Castro) y Construcción que alberga al Restaurant Canadá y Bazar (Sucesión Polanco Galarce).

04 Cuarta Cuadra, lado Nor-Oriente, entre Arturo Riveros y Aníbal Pinto: Panadería “Bueníssimo” (Sucesión Urrutia Bezart) y Construcción Hotel “Bahía”.
Lado Sur-Poniente: Construcción que alberga establecimientos gastronómicos (ex Sucesión López Farfán); Construcción Restaurant (propiedad de Familia santacruzana), Construcción Hotel Chile-España (Sucesión Merello Padilla).

05 Quinta Cuadra, lado Nor-Oriente: Hotel “Pacífico” (por calle Arturo Prat), Hotel- Hostería-Bar “Rex” (Sucesión Urzúa Espinoza), y Construcción del Centro “Esmeralda” (Propiedad de Personal en Retiro de la Armada).

Asimismo, incluir otras construcciones –de interés arquitectónico y patrimonial- de otros sectores del Radio Urbano.
Por ejemplo: Construcción del Antiguo Hospital, calle Dionisio Acevedo (ex Casa de Socorros), Hotel “Tajamar” (ex Hotel Bilbao, ex Hotel Miramar), en calle Manuel Montt. Cine “Royal” (Sucesión Celis González), Construcción Casa Familia Álvarez Cornejo, Construcción Familiar Vargas Jorquera, Construcción de la Sucesión Álvarez Jorquera), todas ubicadas en calle José Joaquín Aguirre.
Construcción Sucesión Arraño Lizana (Dionisio Acevedo esq. Santa María); Construcción Casa Colonia Escolar San Vicente (Dionisio Acevedo esq. Santa María, lado sur-poniente); Construcción Sucesión Bobadilla Acevedo (Dionisio Acevedo esq. José Joaquín Pérez).
Construcción del ex Hotel “Comercio”, calle Primer Centenario.

Construcciones del Antiguo Barrio “El Bajo”: Casa Patronal en la Punta de Diamante conformada entre La Concepción y San Antonio, Construcción de antiguo Almacén y Pulpería “López” (Sucesión López Galarce), Construcción de Sucesión Moraga Cáceres, Construcción de Antiguas Casas Patronales del ex Fundo “Las Mercedes” en La Concepción esq. Avenida Cáhuil (Sucesión Greene Valverde).
Construcciones de Bodegas de Acopio de Sal y Granos en calle Aníbal Pinto esq. Alcalde José María Caro Martínez. Como también, las ubicadas en calle Padre Enrique Padrós Claret y en Avenida Cáhuil (lado Nor-Oriente, primera cuadra).
Construcción de Bodega de Carga (de EFE), Casas de EFE, ubicadas lado Tornamesa (dos al menos), y la ubicada en la curva del ex tendido férreo.

Construcción del antiguo Hotel “Empresa Pichilemu”, que en manos de Sociedad Bianchi-Magnolfi derivó a “Gran Hotel Ross”, hoy semi destruido y albergando una serie de actividades (Avenida Agustín Ross).
Los Chalets construidos por don Agustín Ross, en Avenida de igual nombre. No obstante, a que tanto el Hotel y Chalets se encuentran protegidos (¿?) por estar en Zona Típica (Declarados el 22.12.2004).
Construcción denominada “Barco Fantasma” (ex Salón de Té), construido por don Agustín Ross.

Igualmente, abogo como ciudadano, por una Política de Protección para todas aquellas construcciones fuera del Radio Urbano de Pichilemu.
Construcciones como las antiguas Bodegas de Acopio de Sal y Granos, existentes en la localidad de Cáhuil, Barrancas y La Villa.
Y construcciones que, en las diversas localidades rurales, en algunos casos, tienen una data de hasta 150 años, según han declarado sus dueños.

Sé que muchas de estas últimas construcciones, escapan al alcance de las Modificaciones del PRC que se está proponiendo. Pero, no es menos cierto, que esta es una instancia en que los ciudadanos tenemos la oportunidad de ser oídos, sino en forma inmediata, que al menos, se pongan en estudio, en discusión, en una mesa en que los dirigentes vecinales, como de otras organizaciones –con interés en estas materias- puedan ponerlas en relieve.
Y, en el día de mañana, no nos limitemos solo a llorar sobre los hechos consumados, como ha sucedido con las demoliciones de algunos inmuebles que no merecían un fin como el que le han condenado sus propietarios. Sin mirar la historia, sin considerar su valor patrimonial e identitario.
Termino estas consideraciones y sugerencias, no sin antes de –que ojalá- los profesionales –me magino arquitectos urbanistas- hayan considerado mantener el Paseo Peatonal del actual PRC de Pichilemu (aprobado y publicado en el Diario Oficial en 2005) que tuvo su génesis para lograr proteger el borde costero, por una parte, y asegurar, por otra, el libre acceso de los ciudadanos a las playas.
Y, si bien, las autoridades comunales no fueron capaces de tomar las medidas para hacer cumplir las normas que impedían construir sobre y por delante de ese Paseo Peatonal, las actuales autoridades lo ratifiquen. Y tomen las medidas pertinentes para tomar las acciones de construcciones ilegales en el borde costero.
Cómo no, señalar que las calles o tramos “sin abrir” -que están en los Planos de Loteos y PRC- se abran finalmente, antes que un vivaracho la cierre y obtenga títulos como otros han obtenido ante la inercia de las autoridades municipales.
No solo modificando ni dictando normativas se protege, sino aplicando las normativas en que están fundadas, teniendo la firmeza y el carácter para que éstas “no sean letra muerta” y se logre el fin último: proteger las construcciones debidamente construidas, como el respeto a la flora y fauna del borde costero, como el derecho de acceder libremente, como lo señala la propia Constitución.

Sin otro particular, quedo esperanzado –en una respuesta- a acciones que permitan tomar algunas propuestas que contribuyan a tener un mejor instrumento de planificación urbana, como se supone que se busca, y que recoja iniciativas en pos de ello.

Atentamente,

Washington Saldías González
Rut. 5.748.591-4

Fotografías: WSG/Archivo “Pichilemunews”.