Fuente: www.pichilemunews.cl – 15.12.2023
- Parece mentira, una ironía, pero lo cierto es lo que vemos “hoy en día” con las sinergias en que -pese a lo incongruente- la realidad nos está demostrando que así no más es la cosa ….
- Alcantarillado de Pichilemu -pese a que no se ha construido aún- chupa recursos (léase dinero, plata) más que una camioneta bencinera de mil caballos …
- A través de la historia, diversos proyectos de alcantarillado realizados para dar solución a Pichilemu -que se anuncian serán construidos con “bombos y platillos”- quedan en una bitácora de engaños, mientras los presupuestos y proyectos, en cada intento, quedan cortos y obsoletos. ¡Los únicos que ganan con ello, son los ingenieros, políticos y burócratas ….!
- Ad portas de cumplir 132 años de la creación de la comuna, sus autoridades tienen un motivo más de sentirse felices de conocer que -el fisco a través de sus autoridades regionales- le entregarán recursos a una empresa privada para solucionar las necesidades que, como empresa, ellos deben invertir de acuerdo al mandato al que se someten como concesionarios exclusivos, monopólicos, de un servicio por el que cobran religiosamente.
Por los años sesenta y setenta, especialmente, las canciones de protesta fueron proliferando en todo el mundo. Acá en Chile una de las más resonantes fue la creada por Sergio Ortega Alvarado, integrante del grupo Quilapayún y que, se usó, sin problema en las campañas electorales. En especial en la que resultó ganador Salvador Allende Gossens, en su cuarto intento por llegar a La Moneda.
“El pueblo unido jamás será vencido” es el nombre de esa canción de protesta. Desde hace varios años, otros factores, otras realidades, muestran que quienes “jamás serán vencidos” son los derechistas, los izquierdistas -y ultras de ambos lados- más los empresarios, permanecerán unidos y victoriosos sobre el pueblo que dicen representar. Es lo que venimos visualizando desde años, pero que se hace más patente actualmente.
Antes de seguir, debemos recordar, por ejemplo, que, en el gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle este presidente empresario, el agua potable fue vendida en gran porcentaje al sector privado a empresas extranjeras. Y, al menos una de éstas, debió vender a otras empresas por entrar en insolvencia. Así, desde la Corfo se pasó de Essel y, luego a Essbío.
En efecto, a fines de 1997 y bajo el segundo gobierno concertacionista, el Congreso aprobó por una amplia mayoría la ley que terminó de abrir la puerta a la privatización de las sanitarias. Y, luego en el tercer gobierno concertacionista, de Ricardo Lagos, vinieron otros cambios al Código de Aguas que dejó totalmente el agua en manos privadas.
Cuando parte de la comunidad y dirigentes sociales de Pichilemu empezaron a exigir nuevas fuentes de agua potable -por ser insuficientes las fuentes de captación existentes e insuficientes para dar satisfacción y servicio a la demanda; la empresa sanitaria ni siquiera tenían los derechos de aguas solicitados, según la legislación vigente a la fecha. Se llegó a presionar a las autoridades de la región con marchas y por escrito en ese tiempo, con las inquietudes ciudadanas hechas llegar a las más altas autoridades del país -incluida una Carta al Presidente de entonces- no fueron oídas totalmente. Pero sirvió para que los políticos de entonces buscaran una solución. Ella llegó a través de una alternativa: El gobierno regional aprobó recursos en dos ocasiones distintas por cerca de 3 mil y tantos millones (año 1996 aproximadamente) a la empresa sanitaria para construir, entre otras obras, lo que sería la solución definitiva: Las Punteras.
Pese a las advertencias de los habitantes del sector aledaño al estero Nilahue, donde se instalaron las “punteras” -que en verano el estero y las norias se secaban- y esa inversión sería un fracaso, las obras se hicieron igual. Y, a poco andar se fundieron los motores al chupar aire en lugar de agua.
Posterior a ello, inscribieron derechos de aguas en distintos lugares, entre ellos las lagunas El Ancho y El Barro, donde ya existían derechos de privados.
Paralelamente a estas acciones de la empresa sanitaria, el municipio pichilemino hizo intento de lograr la Concesión del servicio de agua potable y alcantarillado, pero cuando hay autoridades y funcionarios que “juegan para los dos lados” el partido es difícil que lo gane el más pequeño, como es el caso del municipio.
Ese episodio lo recordamos con ocasión de un alza de tarifas en el agua potable a granel. Y hoy lo volvemos a replicar esos párrafos para que “no se olvide” del artículo publicado el 20.02.2022. El título de ese artículo, es “Pichilemu: Empresa sanitaria -que proporciona servicios de agua potable y de “mierda”, Essbio- subirá sus tarifas de agua potable a granel”
Pichilemu exploró -antes que ESSBÍO- tener Concesión
En efecto, nuevamente la comunidad regional o parte de ella -como es el caso de la pichilemina- estará siendo afectada por el accionar de una empresa sanitaria “privada” y que desde el año 2004 tiene además la concesión de “las aguas servidas” según la entrega realizada por el MOP en una acción poco transparente, como otras del estilo, luego que los concejales -más que el alcalde de ese tiempo- buscaban lograr no solo esa concesión para el municipio, sino también la de agua potable y para lo cual se iniciaban gestiones en la Superintendencia de Servicios Sanitarios, SISS, en una visita al propio mandamás, en las oficinas en Moneda casi esquina de Miraflores, en Santiago.
Casi en pleno estaba el Concejo Municipal y un par de funcionarios de la Serplac junto al Superintendente, quien tras darnos esa información y, los concejales solicitarle la entrega de la información tangible, pasaron horas de espera ahí, hasta que curiosamente se disculpó “con que no la encontraban en ese momento”, prometiendo su envío cuanto antes a la Municipalidad de Pichilemu.
Meses después llegó, pero la Concesión tramitada a favor de Essbio con fecha posterior a esa reunión aludida en Santiago.
¿No llama la atención eso? ¿No es recurrente y sintomático que -casi en todas las reparticiones públicas, por no decir en todas, desde ministerios hasta abajo- que después aparezcan “por arte de magia” trabajando en empresas privadas?; empresas que -en un momento debían FISCALIZAR- y posteriormente pasan a jugar en el otro bando en encumbrados puestos, sino en el propio directorio de empresas privadas.
¿Ejemplos? Puff, desde ministros para abajo ….
Paralelamente, este organismo controlador -Contraloría General de la República, CGR- ¿qué tan controlador y fiscalizador es?, ¿es tan así?
Según la propia Ley Orgánica que la rige debiera ser, invariablemente con todos. Investigar sea quien sea quién esté involucrado, ¿pero es así realmente?
A veces uno lee que le dan color con tanta parafernalia a casos nimios …, en cambio “mutis por el foro” en casos en que realmente deben investigar.
Inversiones privadas “con recursos fiscales”
¿Por qué los gobiernos regionales y/o consejos regionales deben financiar proyectos a empresas privadas? ¡No deben!, pero año a año los concejos regionales votan y aprueban recursos a empresas privadas como a la empresa ESSBIO -que por Ley- deben INVERTIR y FINANCIAR INFRAESTRUCTURA y ampliar su zona de cobertura que mejore sus servicios y de mayor cobertura a sus clientes que luego, éstos, pagan religiosamente en sus cuentas de consumo.
Esta situación no es primera vez que ocurre y, luego, ¿quiénes realmente se benefician, quiénes son realmente, los clientes, los usuarios?, si las tarifas siguen subiendo como se anuncia ahora ….
Gobiernos regionales de años y administraciones anteriores también han recibido aportes para obras que exclusivamente la empresa sanitaria -privada- debe financiar. Y después los únicos que saben cómo se devolvieron los recursos, son los políticos.
Y, en el caso de Pichilemu, como en otras ciudades, como también a otras empresas sanitarias en otras regiones -como en Atacama, para una Desaladora de millones de dólares, gobiernos regionales han aprobado la entrega de recursos. Miles de millones de pesos …..
¿Y dónde está la labor de fiscalización de la CGR?
Pichilemu en el año 2020
Acá, por presión de la comunidad, o parte de ella, con las autoridades comunales, más políticos y consejeros regionales, finalmente en el año 2020 se aprobaron 16 mil 145 millones de pesos para el alcantarillado parcial que beneficiaría a los sectores de El Llano, Santa Teresita, Infiernillo y centro del balneario.
Y a la fecha NO INVIERTEN EN LAS OBRAS para los cuales, supuestamente eran esos recursos, pues los proyectos estaban hechos. Y rehechos, una y otra vez.
¿Dónde está ese alcantarillado y cuántos de esos recursos quedan?
Ni un palazo que dé cuenta que se iniciaron estas obras ….
¿De quién es la culpa, del chancho o del que le dan el afrecho?
Pichilemu en el año 2023
Después del anuncio anterior y al cabo de tres años: NINGUNA INVERSIÓN y ya “se quedaron cortos” y nuevamente anuncian recursos adicionales –22 mil millones de pesos- es decir, en tres años las obras subieron en más de del 100% para financiar el costo total del proyecto de alcantarillado para la zona urbana de la comuna.
Pero no se preocupen, en tres años más serán 50 mil millones de pesos o más … Recursos fiscales para una responsabilidad que es única y exclusiva de una empresa privada que, obvio, cobrará a sus usuarios -como lo hace hoy- con inversiones financiadas con los impuestos que pagan los propios usuarios.
“La derecha, la izquierda -los ultras de cada lado- y empresarios unidos, JAMÁS SERÁN VENCIDOS”
Fotografías: Archivos “Pichilemunews”.