Fuente: www.pichilemunews.cl – 01.12.2024
- Aproximadamente hace poco más de una hora falleció el pichilemino José Lino Vargas Jorquera que, de norte a sur, paseó el nombre de nuestra comuna, dándole lustre en el desempeño de su cargo como controlador de Tránsito Aéreo, dependiente de la Dirección General de Aeronáutica Civil, DGAC.
- Su funeral se realizará mañana martes 3, a las 9:30 horas en la misma parroquia con una misa que se oficiará por su eterno descanso; y a las 15:00 horas un responso en el Cinerario de Rancagua.
Retirado de las actividades aéreas por su edad, pero siempre atento al acontecer aéreo, tras estar radicado en diversas ciudades por su profesión, hace unos pocos años volvió a su terruño natal, junto a su esposa Ruth Waman Vargas.
Hoy, una amiga nuestra sanfernandina, muy cercana su familia y que reside en Pichilemu, nos informó hace menos de una hora de la infausta noticia.
Estando en su hogar, le sobrevino un ataque agudo al miocardio sin que pudiera recibir atención.
Para su esposa Ruth, sus hijos Rodrigo, Carlos Manuel y familiares cercanos, sobrinos, nueras, nietos, entre otros; como a la familia del Club Deportivo y Cultural “Arturo Prat”, del cual fue de sus socios y “artista amateur” fijo en las veladas de antaño, expresamos nuestras más sentidas condolencias por su fallecimiento.
Igualmente, como ex presidente del Club Aéreo de Pichilemu, CAP y consocio honorario, me permito entregar los sentimientos de pesar y condolencias a sus familiares, por el socio y ex piloto instructor -que, aparte de formar parte de numerosos directorios, fue el formador del primer piloto del Club Aéreo, el ex piloto Humberto Miranda Jorquera- y que siempre estuvo atento a apoyar a los jóvenes que tomaban la responsabilidad, cuando todos sus pilotos -por razones de trabajo- residían en distintas ciudades del país.
Fue, precisamente como Presidente del CAP, en el curso de 2015, que la Federación Aérea de Chile, FEDACH, nos pidió que postuláramos a un socio al máximo premio que puede aspirar un piloto civil, el Premio “Paul Tissandier” que otorga la Federación Aeronáutica Internacional, FAI.
Sin dudarlo, pensamos en don José Lino Vargas Jorquera, quien por lo demás recibió una serie de distinciones como piloto civil, como piloto instructor -más de 100 pilotos civiles formados en diversos clubes aéreos- y, rápidamente enviamos su Currículum para que -entre otros enviados por distintos clubes aéreos del país- quienes debían postular, lo seleccionaran.
Acá, el texto que enviamos entonces:
JOSÉ LINO VARGAS JORQUERA Y SU TRAYECTORIA
El 6 de Marzo de 1930 nace en Pichilemu.
El año 1935 –sin que existiera el Kindergarden en Pichilemu- asistía como muchos niños a la Escuelita de la señorita Digna Camilo Aguilar. Y ya con números aprendidos y abecedario, ingresó a la Escuela Pública, donde con 9 años fue uno de los fundadores del Club Deportivo y Cultural “Arturo Prat”, bajo la guía del profesor Gustavo Loyola Vargas En la misma Escuela, como en el mismo club, aparte de destacarse como aplicado alumno sobresale como un “artista” gracias a su talento histriónico. Y en las Veladas Artísticas de los aniversarios era número fijo con ocasión de la celebración de los aniversarios. Tras terminar sus estudios primarios, sus padres lo envían a San Fernando, donde concluye sus humanidades.
Es en esta ciudad donde encuentra cómo canalizar uno de sus sueños que rondaban desde niño por su cabeza. Mientras esperaba el tren para regresar a Pichilemu, en la Estación de San Fernando ve un afiche de una escuela de la Fuerza Aérea llamando a concurso de admisión.
Llegado a su hogar habla con sus padres y consigue el permiso -sin entender mucho de qué se trata la invitación de la Fuerza Aérea- para viajar a Santiago. Ya informado se inscribe para postular a dicho establecimiento, que no es otro que la Escuela de Especialidades de la FACh.
En 1949 el proceso de selección lo acepta, ingresando como alumno a esa escuela. En 1950 egresa con el primer lugar de su promoción, con el grado de Cabo 2º y el título de mecánico motorista.
El año 1951 gracias a sus antecedentes como alumno destacado, la Fuerza Aérea lo envía becado a Panamá, a realizar en la escuela de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos ubicada en esa nación, el Curso de Operador de Torre de Control.
Curso que aprueba con excelentes calificaciones, lo que motiva a la superioridad de la institución a destinarlo a la Base Aérea de "Bahía Catalina", a ayudar a organizar el servicio de control de tránsito aéreo en Punta Arenas.
El año 1957 es destinado al Centro de Instrucción de Meteorología y Control de Tránsito Aéreo de la Dirección del Tránsito Aéreo, donde efectúa el Curso de Controlador de Tránsito Aéreo, egresando con la primera antigüedad de su promoción y la Licencia Nº 21 de controlador, y en calidad de Empleado Civil de la Fuerza Aérea, pasa a prestar servicios en el Aeropuerto "Los Cerrillos".
El año 1960, durante mayo, el país es azotado por uno de los terremotos más violentos en su historia y en forma acelerada se le capacita junto a otros compañeros en el control de aerovías y de área, para atender la enorme cantidad de aviones que comienzan a llegar al país trayendo la ayuda humanitaria para las víctimas que ha dejado la tragedia.
No obstante, pocos días después, en un helicóptero de la Fuerza Aérea de Cuba, es enviado bajo las órdenes del entonces comandante Gustavo Leigh Guzmán a Lanco, integrando la Escuadrilla de Helicópteros que operará en la zona, para atender la emergencia ocasionada con las aguas del Riñihue. Encargándosele organizar el control de tránsito aéreo de todas las aeronaves chilenas y extranjeras que operarán desde la improvisada base que se crea en Lanco, aterrizando y despegando desde la carretera longitudinal sur aún en construcción.
Se come y duerme cuando y donde se puede, ocasión en que estuvo a punto de perder la vida cuando de noche cae desde un pequeño puente a un canal cuyas torrentosas aguas lo arrastran un largo trecho hasta que logra ser rescatado.
Al término de su comisión, por su desempeño sobresaliente, recibe las Medallas Puente Aéreo y Operación Riñihue en reconocimiento a labor realizada en dicho lugar.
Tras regresar a Santiago -paralelo a su trabajo- ingresa al Club Aéreo de Melipilla donde concreta sus anhelos de ser piloto, obteniendo la Licencia de Piloto Privado Nº 4198 y poco más tarde la Habilitación de Instructor de Vuelo Nº 545 y posteriormente la Licencia de Piloto Comercial Nº 402.
Licencia que le permite ser contratado como piloto de Línea Aérea Cóndor, en la que se desempeña como tal en sus horas libres y debidamente autorizado por la Dirección de Aeronáutica.
En 1961 es destinado al Aeropuerto "Cerro Moreno" de Antofagasta, ingresando además a la Reserva Aérea de la Fuerza Aérea, realizando el Curso Teórico de Vuelo por Instrumentos y parte de la práctica en aviones D-18 y B-26 del Grupo de Aviación Nº 8. Etapa que no puede completar por ser incompatible con sus labores como controlador de torre.
De su estada en Antofagasta se le reconoce su capacidad profesional y sangre fría, al estar de servicio en la torre de control y ubicar y hacer descender de noche de entre las nubes, en Cerro Moreno, a un avión Cessna 170 del Club Aéreo de Santo Domingo, en vuelo procedente de Taltal, cuyo piloto se había extraviado y ya sin combustible declarara emergencia al no saber donde se encontraba.
Años más tarde realiza en la Academia de Guerra Aérea el Curso de Informaciones para Oficiales de Reserva.
Su carrera profesional, además de Antofagasta, enviado por la DGAC la ejerce en Arica, Arturo Merino Benítez, Osorno y Puerto Montt, hasta su retiro de ella.
Paralelo a su desempeño profesional, sus tiempos libres los ocupa para formar pilotos civiles –con su calidad de piloto e instructor de vuelo- en los clubes aéreos de Antofagasta, Calama, Melipilla, Pichilemu, Talca, Linares, Parral y Puerto Varas, entidades todas en la que llegó a formar más de 100 pilotos, recibiendo en su época una distinción como el instructor que más alumnos había formado en Chile.
Digno es de mencionar, que a solicitud del Club Aéreo de Puerto Aysén y a riesgo de su propia vida, trasladó en vuelo un Champion 7-EC desde Balmaceda a dicha ciudad, demorando 1:45 hrs. en el trayecto debido al fuerte viento contrario reinante, que lo llevaron a desarrollar una velocidad promedio de 10 MPH.
Vuelo que efectuó presionado por las circunstancias de tener que sacar dicha aeronave desde Balmaceda ante la proximidad de un temporal.
También es meritorio reconocerle, que con posterioridad a su retiro de la DGAC, estando radicado en Talca, diariamente viajaba por tierra, ya fuera a Linares, como a Parral, para instruir pilotos en los clubes aéreos de esas ciudades y dar clases teóricas en las tardes, sin cobrar nada por sus servicios, regresando de noche a su domicilio.
Se le reconoce, además, gran actuación en la reactivación de los clubes aéreos de Talca, Linares, Parral y Puerto Varas los que recibiera prácticamente en receso. Asimismo, pese a estar en otras ciudades, siempre tuvo la disposición de asumir cargos directivos en el club aéreo de su tierra natal, Pichilemu, para asistir en algunas ocasiones a reuniones o estar presto a dar su consejo –vía teléfono- cuando los jóvenes dirigentes necesitaban la voz de la experiencia y con más sabiduría.
El año 1964, como socio fundador del Club Aéreo de Pichilemu –y tras adquirir su primer avión la joven institución aérea- ésta lo comisiona para efectuar un raid que lo lleva al norte, aterrizando en cada ciudad en que había servido y formado pilotos, como en cada cancha para reabastecerse de combustible en el Champion, un avión que él muy bien conocía.
Lo más increíble de este raid, es que llevó de pasajera a su señora madre para quitarle el miedo a los aviones …
En serio, desde muy joven le había prometido a su madre que alguna vez le probaría que el sueño de volar expresado desde niño, no era una locura, “sacándola a volar y dar una vueltecita en avión…”.
En 1979 fue designado alcalde de Pichilemu, sirviendo el cargo durante dos años, encabezando personalmente las obras de un arreglo significativo al aeródromo de esa localidad, el que muchas veces ha servido como alternativa para aviones que se han visto obligados a aterrizar de emergencia en él, al verse imposibilitados de proseguir sus vuelos por malas condiciones meteorológicas en la zona.
El año 1981 estando, ejerciendo el cargo de alcalde, Pichilemu y la zona sufrió uno de los temporales más rigurosos que se recuerden. Muchos damnificados en todas partes y daños materiales producto de las inundaciones y del viento. Muchos pescadores murieron y desaparecieron.
La comuna de Pichilemu quedó totalmente aislado, sin energía eléctrica, sin teléfonos, sin gas licuado, caminos y vía férrea cortada. Se hizo acompañar del secretario municipal y despegó en uno de los aviones del Club Aéreo, volando hasta la localidad de Marchigue para tirar un mensaje amarrado a una piedra a las autoridades de esa comuna para avisar de la situación en Pichilemu y se adoptaran las medidas de auxilio pertinente. Por su decidido y altruista entusiasmo en apoyar a la aviación deportiva nacional, ha recibido innumerables testimonios de reconocimiento, tanto de la Federación Aérea de Chile, como de diversos clubes aéreos en los que se desempeñara como instructor de vuelo.
Razones de salud le impidieron seguir volando, no obstante, lo cual y con 85 años, junto a sus dos hijos pilotos y a su esposa, desde Talca aún sigue colaborando con los clubes aéreos de la Séptima Región cada vez que su ayuda le es solicitada.
El 12 de diciembre de 2015 recibió la condecoración “Cruz al Mérito Aeronáutico de Chile” en el grado de “Cruz de Servicios Distinguidos” por su compromiso con el desarrollo y seguridad operacional de la aviación civil y deportiva.
Señores Directores de la Federación Aérea de Chile, FEDACH: Tal es –en resumidas líneas- parte de la labor desplegada en el ámbito de la aviación civil el piloto e instructor de nuestra institución –como de otras- al que postulamos al Diploma “Paul Tissandier”, que otorga la Federación Aeronáutica Internacional, FAI, a las personas que han contribuido al desarrollo de la aviación, formando pilotos, destacándose en su servicio profesional como a la comunidad nacional cada vez que se le ha demandado.
Agradeciendo tengan a bien en considerar el estudio de esta reseña cronológica, quedamos muy atentamente, agradeciendo desde ya la atención a esta postulación, que vosotros mismos han invitado a participar.
Funerales
Sus restos mortales están siendo velados en la capilla de la Parroquia “Inmaculada Concepción”.
Mañana martes 3, a las 9.30 horas se oficiará una misa por su eterno descanso; y a las 15.00 horas se realizará un responso en el Cinerario de Rancagua.
Fotografía: WSG