Jueves, 21, Nov, 9:49 AM

Fuente: www.pichilemunews.cl – 31.01.2021
-  Hace 37 años, Pichilemu vivió como nunca antes un inusitado ambiente futbolero en plena temporada veraniega.
Quizás este feliz recuerdo, sirva en una mínima medida para aminorar la pena que viven familias pichileminas, una de las cuales -en plena final del Campeonato- vio partir a un destacado ex jugador e hincha pichilemino: Hérnan Urzúa Quezada.

Centenares de hinchas de todo el país -de selecciones que representaban a sus regiones- lucían sus colores a través de camisetas, banderas hacia donde fueran. Y en la noche, a las jornadas futboleras para alentar sin descanso a sus selecciones.
Ello ocurrió el año 1984 entre el 21 de enero y el 5 de febrero, donde en jornadas dobles se disputó la 40 edición del torneo nacional de fútbol adulto con selecciones de Antofagasta (representando a la I y II regiones), Ovalle (a la III y IV regiones), Cabildo (V Región), Renca (Área Metropolitana), Graneros (Regiones de OHiggins y Maule), Pichilemu -como anfitriones- Chillán (representaba a la VIII Región), Loncoche (a la IX Región), Río Bueno (a la X, XI y XII regiones) y Puerto Montt, campeón que venía a defender su título obtenido 4 años antes.

Historia
El desarrollo de un Campeonato Nacional era un sueño casi imposible, que ya en el año 1956 -al crearse la Asociación de Fútbol de Pichilemu, Afupi- surgió como una tenue idea para tener en cuenta en el futuro.
Así lo señaló el dirigente local y primer presidente de la AFUPI Modesto Carreño en conversación con el Corresponsal del diario La Tercera en aquellos años; donde -dijo- que un dirigente nacional -que representaba al organismo rector del fútbol amateur, ANFA- que estuvo en el reconocimiento oficial de la AFUPI en una ceremonia realizada en Pichilemu. Años después, hacia finales de la década del '70 -como Corresponsal del diario capitalino- invitado a un recibimiento a un dirigente nacional de ANFA, que estaba de veraneo en Pichilemu y tomó contacto protocolar con el Presidente de AFUPI, en ese momento René Cáceres; surgió nuevamente el tema a manera de consulta. Y, el dirigente nacional dijo que era una posibilidad cierta en cuanto se cumplieran algunos requisitos de infraestructura como cancha empastada, graderías, camarines equipados para 4 equipos al menos, iluminación de la cancha, entre otras. Y, postular a algunas de las categorías dispuestas por ANFA.
Debieron pasar varios lustros, para que la idea resurgiera en la AFUPI, estando como Presidente de ese organismo, el dirigente José Raúl Tobar Pavez; quien con el apoyo de su directorio postuló -con las patas y el buche- a la organización del 40° Campeonato Nacional de Fútbol Amateur Adulto.
Ello ocurrió hacia finales del año '82 y en el verano de 1983 dimos a conocer a través de La Tercera la primicia: Pichilemu será sede del 40° Campeonato Nacional de Fútbol Amateur Adulto.
Pichilemu le ganó a Rengo, Asociación que postulaba a lo mismo …
Así, tal cual Chile obtuvo la sede del Mundial de Fútbol del 1962, con la mítica frase del dirigente Carlos Dittborn: “No tenemos nada, pero queremos hacerlo todo ….”, ganó ante una opción más preparada, excepto con una diferencia grande. Ahí, Chile -el organismo del fútbol- estaba respaldado y avalado por el gobierno de la época, para cumplir con la serie de compromisos para construir la infraestructura que fuera necesario hacer.
Por ello el dicho que Pichilemu lo hizo con las “patas y el buche” y, para peor, el presidente de Afupi era reconocido como un férreo opositor al régimen; lo cual implicó que, a poco de la noticia y compromisos incurridos por Pichilemu, cayó como un balde de agua fría ante las autoridades comunales y provinciales.
Más aún cuando conocieron que había que empastar un Estadio, tener mínimo una cancha extra para entrenamientos, graderías en una cantidad muy mayor a las escasas 300 localidades (asientos), un par de camarines y una larga lista de etcétera.
Pero, no obstante a todas las peleas tras bambalinas, las autoridades se movieron y formaron un Comité Organizador y diversas comisiones de trabajo para enfrentar las responsabilidades y a personas de confianza -más que fidelidad, le aseguraran cumplir con su rol- y sacar adelante cada una de las tareas que había que hacer.
Fue así, como Pichilemu entero, de alguna forma se unió y sacó adelante esa gran responsabilidad y se logró sacar adelante esa gran fiesta deportiva que más encima, su seleccionado -tras un duro y sacrificado trabajo, encabezado por el entrenador Guillermo Oliver y cuerpo técnico- llevó a la cúspide al fútbol local.
Hay muchos detalles sabrosos que contar; pero quedarán para otra ocasión.
Así como también -creemos- el fútbol local le debe una placa -en lugar destacado- a esos jugadores, entrenador y cuerpo técnico por aquel honor que le brindaron al fútbol local, hazaña que no digo que se pueda replicar; pero sería un acto de justicia bien merecida.

Datos
Juan Paillán, del seleccionado pichilemino al jugar el Torneo cumplió 5 participaciones en Nacionales del Fútbol Amateur, al ser refuerzo de otras selecciones.
Salomón Mancilla se convirtió en el goleador junto a Elías Rodríguez, ambos de la Selección de Puerto Montt (vicecampeones).
Se marcaron un total de 85 goles (el gol más rápido a los 30 segundos de Salomón Mancilla de Puerto Montt a Graneros; se cobraron 8 penales; 5 goles de tiro libre).
Hubo 23 jugadores expulsados.
Los cuatro mejores que disputaron la Liguilla Final, fueron: Pichilemu (Campeón), Puerto Montt (vice campeón), Ovalle (tercero) y Cabildo (cuarto).
Marcadores del Campeón en la Liguilla Final: Pichilemu 1, Cabildo 0; Pichilemu 2, Ovalle 1; Pichilemu 1 (gol de Miguel Castillo a los 27'), Puerto Montt 0.
En tanto, Puerto Montt empató a 0 con Ovalle; a Cabildo ganó 3 a 0; y perdió 0 a 1 con Pichilemu.

Fotografías: Fernando Lucero/W. Saldías/Roberto Guerrero

Fuente: www.pichilemunews.cl – 27.01.2021
Nos llega un link que nos transporta al pasado, al recordar las Jornadas Nerudianas que se vivieron en Temuco y otras ciudades sureñas con motivo de un homenaje que, los jóvenes poetas le tributaron al poeta Pablo Neruda, por su nombramiento como embajador de Chile en Francia.

Recuerdos, anécdotas y otros detalles los encuentra en el video -en www.youtube.com- y que más fácil es encontrarlo en el siguiente link: https://youtu.be/7Xu4m4L9_iU, o poniendo 50 años de las Jornadas Nerudianas, un homenaje que realizó la Universidad de Temuco, UFRO, al cumplirse en diciembre pasado los 50 años de ese acontecimiento cultural, donde la poesía transitó por varios días -como no- en trenes, un ambiente que desde niño conoció por ser su padre, un maquinista de las viejas locomotoras a vapor.
No es la primera vez que este tema es parte de un artículo de “pichilemunews”, aunque tangencialmente al recordar la trayectoria del artista multifacético, el Hijo Ilustre de Pichilemu, Jorge Aravena Llanca.
Hoy, a través de este video y recuerdo a aquellas Jornadas Nerudianas, es junto a posterior Premio Nobel de Literatura, 1972, protagonista principal junto a Neruda, al ser él, quien retrató cada detalle de esas actividades culturales, como de otras junto a otros célebres poetas chilenos y latinoamericanos, donde Pablo Neruda era el anfitrión.
Jorge Aravena Llanca, actúa junto al poeta Omar Lara -participante de esas jornadas- como narrador, de aquellos momentos vividos, en tanto sus fotografías e imágenes de documentales, aparecen para trasladarnos al pasado sobre trenes recorriendo estaciones sureñas y que nos llevan -a los pichileminos- a recordar tantos e inolvidables viajes en ferrocarril.
No mucho más podemos agregar, pues sería como “contarles la película”. Y no se trata de eso, sino que usted estimado lector se introduzca en el pasado y viva, cada uno, la experiencia. Quizás a viajar en tren conducido por el propio Neruda, o éste tocando el pito para que usted se suba al convoy antes que este parta por los recovecos del tiempo.

Finalmente, señalar y recordar que todo el material fotográfico de esas jornadas son -desde hace unos años- parte del patrimonio cultural de la Universidad de Temuco, quien la resguarda y difunde, como ahora, a través de este video documental de poco más de 30 minutos que se pasan volando … ¡¡Buen viaje!!

Fotografías: JALL/UFRO

Fuente: www.pichilemunews.cl – 15.01.2021
- Aunque estamos cumpliendo 35 años desde que “reeditamos” el olvidado periódico “Pichilemu” -fundado por el servidor público Carlos Rojas Pavez (a la sazón secretario municipal y tras jubilar, alcalde entre 1967 a 1971)- desde el 14 de enero de 2000 sale al mundo vía online, cumpliéndose así un nuevo cambio de folio.

Cuando el año 1985 conversamos con su fundador para lograr los derechos para su reedición -tras el intento de fundar un periódico nuevo para Pichilemu, ante Dinacos- don Carlos Rojas no con cierta ironía, nos dijo “no creerá hacerse rico con esta idea ..., pues las pocas ediciones que logramos sacar (refiriéndose con sus colaboradores más cercanos: Miguel Larravide Blanco y José Arraño Acevedo) nos dejaron encalillados hasta acá ...”, indicando con una de sus manos más arriba de su cabeza.
Le explicamos que, al igual como él, pensábamos que nuestra comuna -desde el 1979, ciudad capital de la provincia, necesitaba contar con un medio escrito, para dar a conocer las inquietudes de la comunidad, sus necesidades, los logros, el desarrollo del deporte, etcétera. Y que, tras sufrir la tramitación gubernamental para crear el medio de comunicación; queríamos usar el resquicio legal de una publicación que, no obstante a estar creada en forma legal y con anterioridad a las exigencias impuestas por el Gobierno Militar, era una solución, como lo que había acontecido con el Fortín Mapocho.
Al oír nuestra firme convicción, don Carlos accedió señalando “yo a estas alturas no estoy en condiciones de reeditarlo y, en mis hijos, nunca he visto ningún interés por algo semejante, así que me alegro tenga esa disposición de revivirlo … y, adelante”. Antes que reaccionara, me preguntó si necesitaba un escrito o algo así. A lo que respondí “sí …, pero antes necesito que me diga cuál será el valor del traspaso legal”.
Y en su estilo, don Carlos me respondió: “Usted no sabe en qué tete se está metiendo y quiere que además le cobre por ello …?
Y, agregó: “Dígame, día y hora para que vayamos a una Notaría, pues yo creo que debe ser un documento así, ¿o no?”.
Tras replicarle que, en efecto, así debía ser para continuar con los trámites legales -tanto en la Biblioteca Nacional, como en la Gobernación Provincial- acordamos el día y hora para ir a una Notaría. Y así, días más tarde con el documento en nuestro poder y trámites concluidos, nos dispusimos a preparar la primera reedición del “Pichilemu”; pero un hecho -que a la postre demostraría nuestra decisión correcta- nos hizo sacar antes una Edición adelantada del que, posteriormente se transformaría en el Suplemento “El Promaucae”.
Claro, el deporte -el surf- que con fuerza venía impulsándose desde un año antes por jóvenes llegados desde otras ciudades del país, tendría un Campeonato Abierto de Surf y decidimos apoyarlo, convencidos de que este nuevo deporte, que estaba en ciernes en nuestro país, podía ayudar a nuestra comuna, considerando las opiniones de los propios deportistas que daban a nuestras olas especiales características para su práctica.
Y como todos sabemos, ni ellos -ni nosotros- nos equivocamos. Hoy el surf es sinónimo de Pichilemu, Punta de Lobos, etcétera.
Pues bien, el 15 de enero de 1986 sacamos a la luz el Suplemento El Promaucae. Y, cumpliéndose un aniversario de la salida del primer número del periódico “Pichilemu”, el 31 de enero de 1944, sacamos la edición N° 10 con los resultados del campeonato de surf, entre otras noticias.
Alcanzamos a sacar hasta el N° 38 (el año 90) cumpliéndose la profecía de don Carlos. No obstante, con la satisfacción del deber cumplido …; pero con los bolsillos vacíos, como los auténticos Quijotes. Pero, no es lo contrario lo que nos ha animado …; siempre destacando lo destacable, criticando lo que merece la crítica, denunciando lo que no debe callarse, comunicando inquietudes y necesidades de la comunidad, impulsando iniciativas, etcétera, etcétera.
Y tras el nuevo sueño invernal de la edición en papel, la tecnología electrónica nos hizo crear, fundar www.pichilemunews.cl un 14 de enero de 2000, hace 21 años ….

Agradecer, al profesional santacruzano Juan Lucero Ramírez, quien fue el primer webmaster de este desafío. Y a quien, luego de su vuelo por distintos desafíos personales, logramos contar con sus servicios para modernizar -en agosto pasado- una nueva cara en su presentación y más moderna, similar a medios con infinitamente “más medios”.
También, agradecer a cada uno de nuestros colaboradores que, sin ninguna obligación pecuniaria de por medio, nos brindan su apoyo en esta labor difusora a través de este medio de comunicación.
“Un año más ...” que nos da esperanza de seguir entregando, de acuerdo a nuestras posibilidades algo distinto, sin pensar en réditos económicos -que son legítimos- pero que no es nuestro leiv motiv ...

Fotografías: Archivos “pichilemunews”

Fuente: www.pichilemunews.cl – 23.01.2021
Reciente llamado público a través de las redes sociales, da a entender en un mensaje “un tanto desconcertante y contradictorio” que está intentando defender un bien fiscal después de ver que en tres años se está tratando de regularizar por parte de privados. No obstante a dar algunas luces, no indica ubicación exacta del terreno y, así y todo, pide a los vecinos a que ayuden al municipio para defenderlo.

En efecto, después de tres años -al tenor del mencionado mensaje que adjuntamos- al municipio y a su Dirección Jurídica “le cae la chaucha” y, contra el tiempo solicita a los vecinos, a la comunidad, información y documentos para defender lo que a todas luces es un Bien Nacional de Uso Público. Es decir un bien fiscal que pertenece a todos …
¿Qué dice exactamente el mensaje de la Dirección Jurídica del municipio pichilemino? ¡Ahh!, cabe señalar que este mensaje, además, nos fue enviado directamente a nuestro Whatsapp con el siguiente texto: “¿Puede ser que tú tengas algo de lo solicitado?”
Como el número de celular es desconocido (no lo tengo registrado), repliqué: “Tres años que intentan apropiarse de un terreno fiscal y aún no lo identifican en qué ubicación está. Cómo saber de cuál se trata, porque en el sector son varios los terrenos que -pese a tener dueño, a estar inscrito en el CBR de Pichilemu- igualmente inescrupulosos personajes intentan reclamarlos como propios.
Y cómo podría saber yo, quién está detrás de este mensaje si no se identifica?”
La respuesta a la última interrogante fue: “Es de la dirección jurídica de la Municipalidad”.
Ante ello, y con la esperanza que alguien se identificara, volvimos a preguntar: “¿Habrá entonces algún profesional responsable, que cumple (a) con responder sobre juicios municipales, distinto a la abogada que está o estaba a cargo de esa dirección?
Este intercambio a través de whatsapp ocurrió el día 8 de enero recién pasado; pero hasta la fecha no hay respuesta.
Como lo anterior, indica de alguna manera que en esa oficina municipal no hay algún (o alguna) profesional responsable; debemos indicar que, efectivamente tenemos aprehensión con esa Oficina, pues en el curso del año pasado (Febrero), hace muchos meses, a raíz de otra solicitud de antecedentes de esa oficina -en circunstancias que a ellos les pagan por hacer su tarea- y no obstante que de igual forma hemos aportado gratuitamente valiosa información y documentos; no ha habido igual reciprocidad a inquietudes que dicen relación a respuestas que son de interés comunal y que hemos planteado ….
Vamos a decir a qué nos referimos; pero antes, iremos por parte y a lo que tiene que ver con este repentino interés de defender patrimonio que es fiscal, que nos pertenece a todos.

Mensaje municipal a la comunidad
Nos llama la atención, reiteramos, este mensaje elaborado supuestamente por la Oficina Jurídica. Decimos supuestamente, porque no tenemos la certeza de que así occurrió. Por la falta de la información precisa que se da del terreno que se estaría tratando de inscribir -desde hace tres años, según indica el Mensaje aludido- pero que recién, despues de tres años estén preocupados de ello y que no tengan toda la información al respecto para defenderlo.
A nuestro entender, ello no habla muy bien de lo diligente que es el personal responsable de esa Dirección Jurídica, ¿o sí?
No solo cualquier persona que haya estudiado derecho sabe, o debiera saber, para este tipo de casos. que la base primigenia son Escrituras, Planos de Loteos, Plano Regulador, para conocer si los terrenos forman parte de un Loteo, Pablación, que distingue a un Bien Raíz o Lote (sitio) con su respectivo Rol, y si corresponde a una determinada Manzana. Y, si el terreno no forma parte de ninguna Manzana -como al parecer es el caso- y no tiene rol, por ese solo efecto, siendo terreno de playa -como de hecho al parecer se trata- dicho terreno entonces es Fiscal, un Bien Nacional de Uso Público.
Y esos planos -que he indicado- todos están en poder de la Dirección de Obras Municipales, DOM, del municipio de Pichilemu. También, en el Conservador de Bienes Raíces de Pichilemu. Es más, también, en el Conservador de Bienes Raíces de Santa Cruz, donde en esos años -década del '30, '40, '50, 60, '70 y '80- correspondía inscribir las propiedades de las comunas que no disponían de Notaría y Conservador.
Más aún, en la Dirección de Obras Municipales, DOM, de Pichilemu, como en la Gobernación de Cardenal Caro, precisamente debiera estar un Plano de Loteo -entregado por “pichilemunews”- cuya copia encontramos a principios de la década del 2000, en el Conservador de Bienes Raíces de Santa Cruz. Por ello pues, solicitamos una copia autentificada y, copa de éste lo entregamos a ambas autoridades: Al alcalde y gobernador de entonces, recibiendo en otra copia el correspondiente timbre y firma de quienes lo recibieron.

Precedentes
Cabe señalar que poco tiempo después, una de esas copia sirvió para que el Defensor Público Claudio Torres Bastías y el Juez Rodolfo Moreno Osses, le hicieran “tremenda tapa” a un par de aguditos que -en una acción voluntaria, presentada al Tribunal de Pichilemu- pretendieron adicionar miles de m2 a un sitio de escasos 480 m2; sitio en forma de triángulo que formaba, por si solo, la Manzana N° 44, con la superficie señalada, de la Población “Agustín Ross”.
Sin embargo, a poco de comprar dicho sitio (la referida Manzana N° 44), a sus nuevos dueños se les ocurrió la brillante idea de “cerrar” mayor cabida de su sitio (a su entera voluntad) y luego solicitar al Juez que dictaminara a su favor, y darle instrucción al Notario y Conservador para que al margen de sus respectiva escritura, éste anotara la mayor cabida, según las pretenciones de aquellos audaces. Nada menos que 6.723 metros cuadrados.
Por suerte, la defensa del bien fiscal (los terrenos pretendidos eran fiscales) fueron defendidos convenientemente por el Defensor Público de entonces. Y, el Juez Moreno, basado en los antecedentes y documentos, falló como correspondía.
Para que sepan y recuerden, estos avispados pretendieron en dos ocasiones hacer lo mismo, con la indicada propiedad: En el 2005 y 2006.

Fallo 2005
En efecto, aquí está un extracto del fallo que publicamos en ese tiempo.
Se produjo el 26 de abril de 2005 y en el Considerando Sexto, el Juez dice: “Que al evacuar el informe don Claudio Torres Bastías, Defensor Público, señala que al contrario de lo que indica la solicitud, la Escritura Pública de compra fue otorgada ante el Notario de Santa Cruz don Jorge Carvallo Velasco y que lo que se ha vendido es la manzana N° 44 y no la parcela número 44.
Agrega que desde el año 1936 los deslindes del terreno han tenido diversas modificaciones, sin que exista razón alguna de texto se ha cambiado la denominación del lindero sur y del lindero oriente, agregando a el nombre de las calles, Topocalma y Eugenio Díaz Lira. Al inscribir nuevamente otra venta de terreno, el nombre de Topocalma desaparece y se incorpora el de Luis Ross de Ferrari y en ambos casos no existe razón de texto o resolución judicial que lo autorice.
Señala también que el peritaje de fs. 32 del Ingeniero Agrícola Homero Peralta Navarrete, es discordante con todos los demás antecedentes del inmueble desde sus deslindes iniciales hasta la información de la autoridad y que su informe se rige por lo señalado en las inscripciones primitivas y las reinscritas en el Conservador de Bienes Raíces de Pichilemu, pero además por la anotación marginal de la inscripción de fs. 26 vta. N° 36 del registro de propiedad del Conservador de Bienes Raíces de Pichilemu, del año 1997, que no tiene valor alguno. Y señala que no es posible como el perito pueda concluir que un inmueble, que históricamente y a lo menos desde el año 1939, que tiene una superficie de 480 metros cuadrados pase a tener una superficie de 6.723 metros cuadrados, como se indica en la pericia, lo que equivale a 15 veces su superficie inicial.
También agrega que es de suyo grave que un particular por vía de hecho y que quiere legalizar a través de la petición de fs. 2 y siguientes, intente sentar sus reales con ánimo de señor y dueño en un paño de terreno de más de 6.200 metros cuadrados que de acuerdo a toda información acotada es un bien nacional de uso público.
Que en consecuencia, no fluye del mérito de los antecedentes ninguna explicación lógica y legal que justifique que un predio que históricamente tiene una cabida de 480 metros cuadrados, pueda crecer con el transcurso del tiempo y con el mérito de una mera declaración anotada marginalmente a una inscripción conservatoria, llegar a medir 6.723 metros cuadrados.
Por tanto el informante es de opinión de:
a) Negar lugar a la petición de los solicitantes de fs. 2 y siguientes.
b) Que se tomen las Medidas que Us. estime del caso para que el Ministerio Público, o en su defecto el Consejo de Defensa del Estado, hagan uso de las facultades que le confiere la Ley para recuperar el citado paño de terreno, que como se ha dicho es un Bien Nacional de Uso Público.
c) Que la sentencia que se dictare en estos autos se le notifique al Sr. Conservador de Bienes Raíces de Pichilemu, quien además deberá anotarla al margen de la inscripción que rola a fs. 584 N° 736 del registro de Propiedades a su cargo del año 2004”.
En tanto, en el Considerando Séptimo, el Juez en su sentencia dice: “Que no fluye del mérito de los antecedentes ninguna razón o explicación lógica y legal que justifique o explique cómo un predio de 480 metros cuadrados pueda crecer hasta 15 veces en su cabida para llegar a 6.723 metros cuadrados.
Por estas consideraciones y visto además lo dispuesto en los artículos 817 y siguientes del Código de Procedimiento Civil y artículo 88 del reglamento del registro Conservatorio, se declara:
I.- Que se rechaza en todas sus partes la solicitud de los peticionarios de fs. 2 y siguientes.
II.- Que se deberá notificar esta sentencia al Ministerio Público de Pichilemu, a la Dirección de Obras de la Municipalidad de Pichilemu, al Consejo de Defensa del Estado para que se haga uso de las facultades que establece la Ley para recuperar el citado paño de terreno que como se ha dicho es un Bien Nacional de Uso Público, en cuanto excede de 480 metros cuadrados.
Remítase copia de esta sentencia al Señor Conservador de Bienes Raíces de Pichilemu, quien deberá anotarla al margen de la inscripción que rola a fs. 584 vta. N° 736 del registro de Propiedad de su cargo del año 2004 y asimismo deberá cancelar o dejar sin efecto la rectificación marginal de fecha 16 de Octubre de 1998 de la Inscripción conservatoria de fs. 26 vta. N° 36 del año 1997 del Registro de Propiedades relativa al inmueble de autos.
Notifíquese al Señor Defensor Público”.
El fallo de esta causa, caratulada Rol N° 354-V fue dictado por el Juez Titular de Pichilemu, Rodolfo Moreno Osses.

No obstante al categórico fallo anterior -tan solo once meses después- volvieron a la carga con el mismo propósito, presentando una nueva causa –Rol Nº 411- de fecha 28 de Marzo de 2006, la que se falló el 30 de Junio de ese mismo año, y que fue similar al anterior ….
Pero este caso que debiera haber terminado, todo parece indicar que igual le “doblaron la nariz a la Resolución Judicial”. Es cosa de ver el Plano Digital del SII que contiene información TOTALMENTE diferente a la fallada por el Juez Moreno Osses.

Caso Jactancia
Por desgracia, no es el único caso de esta índole. Un Bien Nacional de Uso Público, el año 1997 fue “entregado por el Municipio a un privado” -por acuerdo del alcalde de entonces y todos los concejales, excepto uno que se negó (Héctor Cornejo Galarce).
Cabe precisar que la “entrega” no obstante a que no se materializó mediante una Escritura Pública u otro documento notarial; se realizó para que -según la petición del privado, Mauricio Blanco Stevenson- para que lo cerrara frente a su propiedad y convertirlo en una área verde. Tras ello, éste privado construyó el Cierro prometido, pero nunca hizo las áreas verdes en su interior, sino que construyó locales comerciales y estacionamientos; usufructuando del terreno hasta el día de hoy.
Más aún, algunos años después -en una Acción Voluntaria- también pretendió que el Juez fallara a su favor, adjudicándole el terreno entregado por el municipio -que es BNUP- sin lograrlo, afortunadamente.
Sin embargo, pese a lo anterior, demandó en dos ocasiones a la Municipalidad por Jactancia; perdiendo en ambas ocasiones. ¿Cuánto tiempo de aquello?, ¿un año, dos, o más?
Así y todo, aún el municipio no ejerce acciones para que el privado DEVUELVA el Bien Nacional de Uso Público, mientras éste sigue usufructuando del terreno.
La pregunta que la abogada municipal, aún no responde, es precisamente sobre este caso. Lo último que informó en un momento, fue que la Municipalidad “estaba negociando la entrega y devolución de ese terreno”. De esto, casi un año ….
Mientras ello ocurre, las monedas siguen cayendo al chanchito del emprendedor. No vamos a especular sobre las monedas, pero -sin duda- surgen preguntas a la luz de estas situaciones que se alargan por años.
Asimismo, los concejales que -según su rol- están entre otras tareas, para fiscalizar al alcalde de turno, ¿lo están haciendo o no?. ¿Tienen conocimiento de estas negociaciones o no? ¿Hasta cuándo seguirán estas negociaciones? ¿Cuándo le darán el corte?
Esta situación nos lleva a recordar otro caso, donde -pese a que el municipio pichilemino ganó en la Corte Suprema una demanda a la empresa PAC Consultores- relacionada con el alcalde Daniel Jadue, que involucraba más de 200 millones de pesos, finalmente éste pagó solo 16 millones de pesos.
¿En el Caso Jactancia, quién está negociando la devolución del terreno, el usufructo del terreno en desmedro del municipio, el lucro cesante? ¿Lo saben los concejales, la comunidad?. ¿Quién lo sabe?
Y como están las cosas, uno se pregunta si el abogado que “defendió” a la Municipalidad de Pichilemu ¿fue el mismo que defendía al alcalde Jadue, en este caso, el abogado Ramón Sepúlveda? Si, el mismo que defendía al alcalde Jadue y, a la vez, era abogado de Itelecom (Empresa que vende, instala y mantiene luminarias Led). Y que según hemos conocido en las últimas horas repartió sobornos por casi 2 mil millones de pesos a través de varias autoridades municipales ….
Pero, como decíamos al iniciar esta nota, suena contradictorio el mensaje, pues la defensa de los bienes nacionales de uso público, desde varias décadas, no ha sido precisamente una prioridad de los alcaldes pichileminos.
Al contrario, en varios casos han hecho vista gorda, haciéndose los de la “chacra”, permitiendo con ello que los vecinos vivarachos se hagan de tramos de calles, y luego aprobando subdivisiones de sitios y construcciones. Construcciones que pese a estar fuera de norma, transgrediendo la Ley General de Urbanismo y Construcción, LGUyC, así y todo aprueban el funcionamiento de giros comerciales.
Y cuando hablamos de alcaldes, estamos retrotrayéndonos a las gestiones de Jorge Vargas, Marcelo Cabrera y Roberto Córdova, entre otros en medio de ellos; donde -incluso- algunos hicieron informes truchos (“mintieron”) a instancias superiores, en respuesta a casos puntuales consultados a raíz de denuncias de vecinos afectados.

Defensa
¿Defensa municipal? La defensa de Bienes Nacionales de Uso Público, bienes fiscales, del borde costero, como de otros intentos de inscripción de terrenos que no les pertenecen, ha sido más de vecinos, de dirigentes vecinales, de organizaciones ciudadanas, que de funcionarios municipales, que de concejales o alcaldes.
Y, cuando se ha logrado que hagan algo al respecto, ha sido más bien por la presión de dirigentes vecinales en redes sociales, o denuncias de algunos medios de comunicación que han replicado las que “pichilemunews” ha publicado en una serie de casos, a lo largo del tiempo.
Mas, en algunos casos, los intereses de los privados han primado sobre el interés general que representa malamente el municipio, encargado -a través del alcalde- de administrar, cautelar y defender el interés municipal y fiscal, que es de todos.
Por desgracia, no se vislumbra que la actual autoridad comunal, como otras futuras autoridades lo vayan a hacer, pues no se conoce -que las alternativas- tengan una trayectoria en ese sentido, sino en algunos de ellos, hay actuaciones en contrario.
¡Dios nos pille confesados!

Fotografías y Planos: Archivo “pichilemunews”

Fuente: www.pichilemunews.cl – 03.01.2021
- El próximo martes se conmemoran 95 años desde que llegó a la Estación pichilemina el primer tren de pasajeros: Domingo 5 de enero de 1926.
- En tanto, este año se cumplen 35 años desde que se suprimió el servicio de pasajeros hasta Pichilemu: Domingo 9 de marzo de 1986.
- Museo que funciona en la ex Estación de Ferrocarriles, expondrá novedades históricas del patrimonio ferroviario y del balneario, a partir de mañana con protocolos sanitarios Covid-19.

Coincidencia o no, en ambas fechas los trenes en servicio fueron “excursionistas”. El primero salió desde la Estación Central, en Santiago, de madrugada, con altas autoridades en un servicio especial, para unírsele coches “con excursionistas” en la Estación de San Fernando -capital de Colchagua- como asimismo, autoridades provinciales y otras personalidades en cada Estación del Ramal a la costa.
El viaje fue una verdadera fiesta, de alegría y jolgorio según describen cronistas de la época en diarios tanto nacionales, como de la región.
En Pichilemu, casi a mediodía llegó la troupe ferrocarrilera en medio de petardos que estallaban a medida que las ruedas del convoy avanzaba hacia su destino, y donde en el andén, por ambos lados, esperaban ansiosos coterraneos de entonces, encabezados por el alcalde, a la sazón Francisco Adriano Caro Rodríguez (1925-1927), hijo del primer alcalde de la comuna -José María Caro Martínez (1894-1905)- y hermano del primer Cardenal de la Iglesia Católica Chilena, José María Caro Rodríguez.
Tras el saludo protocolar a las autoridades e izamiento del pabellón patrio con la entonación del himno nacional, los discursos de rigor donde se destacó la magna obra concluida después de décadas de colosales obras de ingeniería, que demandó salvar cordones de cerros -incluidos tres túneles: La Viña de 323 metros; El Árbol de 1.960 metros (*1); y El Quillay de 177 metros- aparte de inmensos terraplenes, como varios pequeños puentes.
Gran parte de los pasajeros tras bajar del convoy, ajenos al protocolo, fueron inmediatamente en demanda de la playa a pocas cuadras de la Estación para aprovechar las pocas horas tomando aire salino; y muchos a tocar por primera vez las arenas grises y las aguas del mar, pero los más mayores a darle el bajo a las exquisiteces que ya en el viaje habían sufrido merma por el apetito que genera un viaje en tren, por muy atractivo que sea el paisaje. Y por supuesto, los “salud” en tazas y cachos para disimular el alcohol ante las ávidas miradas de los niños, quienes debían contentarse con agüitas de limonadas.
El retorno a destino estaba fijado a las 17 horas, ya que el tren tras dejar a los “excursionistas” hasta San Fernando, el tren debía continuar hasta Santiago a dejar a las autoridades.
Diarios de la región estuvieron varios días escribiendo crónicas del viaje del primer tren de pasajeros a la costa, recordando detalles y pormenores anecdóticos que los diferentes corresponsales habían captado y conocido durante la ida y retorno de aquel viaje que se convertiría en histórico para los habitantes de un vasto sector de lo que, entonces, era la provincia de Colchagua.

AYER y HOY
Para una gran cantidad de habitantes de Colchagua y desde el año 1979, de la provincia de Cardenal Caro, el ferrocarril en sí, y el servicio de pasajeros en particular, se añora. Y la prueba está que, a través de las redes sociales, permite expresar frecuentemente estas añoranzas cada vez que alguien sube una foto de un tren o Estación. Pero, lamentablemente, todos esos deseos chocan con una realidad que aleja que la idea de un retorno a esos hermosos viajes en tren se disipen ….
Sí, no obstante a que leamos, oigamos o veamos en los noticias, diario, radio, televisión o internet, que EFE anunció, por ejemplo, que desde el puerto X de China, zarpó recientemente el barco Maitaca Arrow un primer embarque que trae de una sola vez “seis trenes” para el servicio de pasajeros en el Biotren, entre Victoria-Temuco entre otros tramos.
Según se ha difundido son trenes con un gran confort, nuevos, “de paquete”, no como la chatarra que durante el gobierno de Lagos se importó y que a poco de llegar, se debió dejar abandonadas en estaciones sureñas. Tampoco, como los trenes que prometió Frei en el gobierno anterior. Y que solo fueron una ilusión, como tantas otras promesas que surgieron en sucesivos gobiernos.
Antes, el gobierno de 16 años de Pinochet, había eliminado servicios, ramales, disminuido a su mínima expresión FF.CC. del Estado, transformando la Empresa de Ferrocarriles del Estado, EFE, en una empresa que debía autofinanciarse; al tiempo que crearon “empresas” del ramo integrada por ex ejecutivos ferroviarios; sin que -en democracia- lo hicieran mejor. Hoy, es un gobierno derechista el que -con ejecutivos de su confianza- tienen el destino de ferrocarriles en sus manos.
Esperemos que el barco “Maitaca Arrow” en viaje a Chile “no se hunda” y los trenes modernos, nuevos, lleguen desde la China comunista y éstos hagan revivir la esperanza en una nueva historia del ferrocarril en nuestro país. Éstos corresponden a un primer grupo de un total de 15 nuevos trenes que fueron adjudicados mediante licitación pública internacional.
Sería un homenaje a todos aquellos obreros, empleados, técnicos e ingenieros que desde 1851 -con el ferrocarril desde Copiapó a Caldera- trajeron a nuestro país, progreso creciente a lo largo y ancho de nuestra patria.

RECUERDO
Desde mañana en adelante, cada quien quiera recordar parte de ese glorioso pasado ferroviario, podrá visitar la ex Estación de Ferrocarriles (*2), la que presentará una serie de novedades en las salas del recinto.
Consultada Mónica Cornejo, encargada y regente del Museo -que ha formado con mucho tesón y esfuerzo personal- señaló a “pichilemunews”: “Hay muchas novedades en el interior, está muy linda, ordenada y tiene todos los protocolos sanitarios Covid-19. Así que está muy bien y a contar del lunes 4 comenzamos abrir la Estación en la forma que corresponde. He postergado mucho esto, pero quería que estuviese muy bien equipada como corresponde ...”; dejándonos invitado a constatarlo in situ en cuanto estemos por esos lares y a todos quienes valoran el tremendo patrimonio en la zona, parte del cual está ahí, a través de objetos, equipos, elementos, herramientas y fotografías antiguas, no solo referido al tema ferroviario, sino histórico y hotelero del balneario que impulsara ese gran visionario, empresario, hombre de negocios, diplomático que fue Agustín Ross Edwards.

(*1): El túnel El Árbol es un túnel que está ubicado en el ex ramal San Fernando-Pichilemu, a escasos metros de la desaparecida estación El Lingue.
El túnel fue declarado Monumento Nacional, en la categoría de Monumento Histórico. Así lo dice el Decreto Nº 192 de 1993, junto con el Caballo de Agua (hoy en el Museo del Niño Rural, en Ciruelos).
El túnel tiene 1.960 metros de largo, 4,5 metros de ancho y 6 metros de altura; el más largo de Chile a esa fecha.
Fue construido entre el 3 de diciembre de 1900 y el 11 de mayo de 1904.

(*2): La Estación de Ferrocarriles de Pichilemu, conocida en principio como “Bajo el Retamo”, fue declarada Monumento Histórico, mediante el Decreto Supremo N° 116, del 16 de marzo de 1994; a solicitud de la Cámara de Turismo de Pichilemu.

Fotografías: Archivo “pichilemunews”/Soy Temuco/Captura Videos Chilevisión/Canal13/Etc.