Fuente: www.pichilemunews.cl – 02.08.2024
- Sede social de material sólido se está construyendo -desde hace unas semanas- a cargo de la empresa Servitec Ingeniería Spa, la que tiene un plazo de 270 días.
- Paralelamente, el dirigente vecinal Eduardo Saldías dio a conocer que, en días pasados, cargos del directorio -por renuncia- se eligieron de acuerdo a como lo indican los Estatutos, incorporándose Juan Ávila Peña y Lia Lazo Bravo, los que -sin duda- fortalecerán en su accionar a la Junta Vecinal.
“Llorando salen las lágrimas” dice el dicho. Y del dicho al hecho, pues durante años la segunda más antigua Junta de Vecinos de la comuna, asentada en el sector de Infiernillo, sus dirigentes clamaron por una nueva sede social, para reemplazar las ya viejas aulas de madera, donde en sus inicios funcionó el Anexo de Infiernillo, de la exEscuela N°367, y que tras lograrse un local sólido para el hoy Colegio “Libertadores”, fueron traspasadas a la Junta de Vecinos.
No obstante, si hace décadas fueron la solución, hace rato que no solo los dirigentes anhelaban un local más amplio y acogedor, sino la mayoría de los socios -adultos mayores- manifestaban esa inquietud. Más aún, los servicios higiénicos ya no resistían su uso y, debían arreglarse hasta con pelelas, para salvar la situación.
Finalmente, la directiva que preside Eduardo Saldías fue escuchada, no con poca insistencia y tiras y afloja con las autoridades; hasta que se presentó el proyecto y fueron aprobados los recursos por el CORE, que alcanzan a $182 millones 804 mil 307 pesos. La construcción de albañilería de ladrillos a la vista, tendrá un salón principal de 78.38 m2 (10,45 metros de largo x 7,50 metros de ancho). Además, una cocina de 8,28 m2 (2,15 x 3,85 metros); y servicios higiénicos para damas y varones y, también, para personas con discapacidad.
Anhelo pendiente
El presidente de la unidad vecinal, al mostrar las obras en marcha a “pichilemunews”, junto con la satisfacción por el logro de la Junta de Vecinos, señaló que -paralelamente- siguen gestionando la entrega de un sitio contiguo al terreno que ocupan, al tiempo que siguen insistiendo ante los organismos correspondientes, que la Manzana N°35 -que tiene deudas millonarias por no pago de contribuciones- sea entregada por el organismo competente al municipio, para ser destinada a área verde, antes que los vivarachos la inscriban, como ha sucedido en el tiempo en el sector, principalmente en el borde costero.
Historia
Cabe señalar al respecto que la unidad vecinal de Infiernillo, tras ser aprobados loteos en su jurisdicción -que implica que el loteador deje contemplado calles, avenidas, pasajes, áreas verdes y zonas de equipamiento, de acuerdo con el Art. 70, de la Ley General de Urbanismo y Construcción, LGUyC- en cada uno de los loteos, llámese “Antigua Población Agustín Ross” (años 30), Poblaciones El Bosque y María Luisa (años 40), Villa Lugano (años 70), todas han perdido sus áreas verdes, parcialmente algunas, totalmente otras, a manos de los propios loteadores que han reinscrito las áreas verdes a su favor, vendido y/o asignado a familiares; como también, por acción municipal.
En este último caso, en la Población “María Luisa”, gran parte de la Plaza “O’Higgins” para construir y ampliar el Colegio “Libertadores”. En la “Antigua Población Agustín Ross”, el municipio entregó una Manzana destinada a área verde para que, a mediados de los ’80, se construyera -primero- el Consultorio. Y, posteriormente, para que allí se construyera el nuevo Hospital de Pichilemu, donde hasta la fecha funciona.
En la Población “El Bosque”, el loteador reinscribió toda el área verde conocida como “Parque San Antonio” (excepto 6 sitios que, en los años ’50, fueron permutados entre el municipio y José Bianchi, al entregar este último 6 sitios en el cabezal norte de la pista de aterrizaje, para darle mayor longitud. Sin embargo, pese a realizarse esa “negociación”, el año 1996, Luis Aliaga Jorquera, el abogado Aquiles Toledo Cornejo, mediante gestión de Hugo Ernesto Aliaga Jorquera, “recuperaron” los 6 sitios entregados por Bianchi a la Municipalidad, sin que el alcalde Vargas -mediante petición del concejal Washington Saldías y aprobación del Concejo- hiciera todo lo posible por recuperar esos terrenos. Si bien, se presentó una acción judicial a través del abogado Pedro Valdivia Zamorano, éste finalmente abandonó la defensa de los terrenos, tras el desinterés de seguirla por parte del alcalde.
Posterior, a ese episodio, también por petición del mismo concejal -para defender el área verde, denominada Parque “San Antonio”- el año 2003 solicitó a un abogado santiagüino (fuera de la plaza) un estudio acerca de la defensa de esa área verde, no obstante, a que se iban a cumplir 10 años de la compra de esa área verde por parte de un privado.
El valor de sus honorarios en las diferentes instancias hasta que la justicia se pronunciara con una sentencia definitiva -ganara o perdiera- en ese tiempo, significaba pagar al municipio, alrededor de 8 millones de pesos.
Un monto que, si bien, no estaban de sobra y disponibles, en caso de éxito permitía recuperar esa área verde para la comunidad. Y, si se perdía, un intento postrero de la defensa de un BNUP y para el Concejo -alcalde y concejales- la satisfacción de decir que no solo “iban a calentar asiento” y se hacía lo imposible por recuperar BNUP conculcados por la avaricia de conocidos comerciantes y audaces, que desde décadas han profitado de terrenos mal habidos.
Insistiendo ante el Concejo Municipal -ante la negativa de defender el Parque “San Antonio”- se propuso que, se le mantuviera la calidad de Área Verde en la Reformulación del PRC, lo que se aprobó en el año 2005; pero diez años después en la gestión del alcalde Roberto Córdova se “desafectó esa área verde y otras” a solicitud de sus dueños y, el Parque “San Antonio” se convirtió en Condominio “Parque San Antonio”.
Pero, como si todo fuera poco, aparecieron otros “aguditos” que, con argucias inscribieron hace poco tiempo atrás, el área verde que está situada en el cabezal sur, del aeródromo, calle de por medio. Y, que, informadas las autoridades por dirigentes vecinales, el alcalde Roberto Córdova y la propia asesora jurídica Susana Jara Azócar, no hicieron nada sobre las advertencias de que habían aparecido “dueños” de un área verde -vigente como tal en el actual Plano Regulador- que fue entregada en 1960, e inscrita debidamente en el Conservador de Bienes Raíces de Santa Cruz. Y, aún así, el exNotario -como en otros casos- accedió a la reinscripción del mencionado terreno, esta vez un área verde.
Felizmente, los vecinos siguen “en pie de guerra” -más que las autoridades, que aspiran a reelegirse- las que, tal parece, están más preocupados de asuntos más importantes. Y no, de lo que la Ley Orgánica Constitucional de Municipalidades les demanda, entre otros roles, el deber de defender y proteger las propiedades municipales, BNUP, entre otras.
El año 1971, un conocido y próspero comerciante, tras adquirir terrenos a José Bianchi Molinari, presentó el Loteo “Villa Lugano, en un sector que está entre la calle Comercio y el Cerro La Cruz. Al poco tiempo, junto con la aprobación del referido Loteo, pidió que el municipio le autorizara a suscribir compromisos de venta de sitios -no obstante, a no estar urbanizados los terrenos- anunciando que pronto se instalaría energía eléctrica y agua potable. A cambio de la autorización, ofrecía al municipio un terreno para que allí se construyera una gran copa de agua y abastecer a los futuros habitantes. Además, 10 mil kilos de fierro y mil sacos de cemento.
Cuando conocimos esa documentación que daba cuenta de ello, a finales de los 2000, consultamos al funcionario municipal Gustavo Parraguez -quien en los años 70 aparecía firmando una copia del Acta Municipal- donde se hacía referencia al acuerdo municipal, en que se aprobaba la petición del Loteador, al tiempo que se aceptaba el ofrecimiento expreso sobre terreno, fierro y cemento. Primero miró como diciendo “de qué me habla” y, tras darle mayor precisión, su rostro esbozó una leve sonrisa y nos dijo: “¿Usted aún cree en el viejito pascuero?”; para enseguida agregar que aquello nunca se concretó, fue solo una promesa en el papel.
Pero el colmo de la desvergüenza fue conocer otros hechos del mismo Loteador. Tampoco respetó las áreas verdes y zona de equipamiento de la Villa “Lugano”, sino que las reinscribió y entregó a uno de sus hijos el terreno singularizado como “área verde”. Y a un segundo hijo, los terrenos singularizados como “zona de equipamiento”.
Más aún, al cabo de un tiempo, contrató los servicios de un nuevo arquitecto para que le “rehiciera los Planos”. Esta vez, el mismo paño de terrenos que -el año 1971- eran la “Villa Lugano” y ya ingresado a la DOM, los transformó y dividió en Villa “Lugano 1” y “Villa Lugano 2”.
Y cuando los tuvimos a la vista, vaya sorpresa: Ninguno de los loteos señalados contemplaba “áreas verdes” y tampoco “zona de equipamiento”. Le dije al DOM de ese tiempo -arquitecto Jeovans Valdivia- que cómo eso era posible.
Y, acto seguido, le expresé que eso -según la Ley- no podía ser aprobado. Al tiempo que, esa situación en vista de todos los antecedentes conocidos lo iba a dar a conocer en el Concejo Municipal.
Tras enterarse de las complicaciones que se venían, aquel loteador -con el cual el concejal tenía un trato cordial hasta ese momento- éste se transformó en su enemigo: “un muerto de hambre” fue parte de las expresiones más reproducibles.
Posterior al 2004, ya fuera del Concejo, ese concejal envió una carta a la DOM solicitando información sobre el estado de regularización de esas Villas, para conocer cómo se fueron resolviendo esos temas.
Y la respuesta del DOM, en ese momento otro, pues el anterior había renunciado, fue que no conocía de su existencia.
¿El Loteador le cambió nombre a las Villas? ¿O logró que, por órdenes superiores, se aprobaran esos Loteos?
¿Estos son los únicos casos de esta índole?
No, hay más …., ya los abordaremos.
Áreas Verdes
Conociendo de estas perlitas, ¿las autoridades municipales no creen que sea justa la petición de la Junta de Vecinos de “Infiernillo” de solicitar que la Manzana 35 de la “Antigua Población Ross” se transforme en área verde?
¿O hay que esperar que se sigan perdiendo más terrenos a manos de audaces?
Fotografías: WSG/Archivos “Pichilemunews”.