Fuente: www.pichilemunews.cl – 23.10.2024
- Por familiares, dirigentes del comercio y deportivo fue despedido el comerciante Carlos Saldías Farías (73).
Con una liturgia -tan larga como una misa- realizada por el diácono Domingo Silva Durán -quien también es comerciante y fue -dirigente del gremio, en los años en que, el difunto ejerció como presidente- y en compañía de familiares, amigos, comerciantes y socios del Club Deportivo y Cultural “Arturo Prat” fue despedido Carlos Saldías Farías en la Parroquia “Inmaculada Concepción”.
Tras la prédica, donde el diácono Silva combinó pasajes del evangelio y la labor que desarrolló como un dirigente gremial del comercio -donde como otros dirigentes dejó un legado- dio espacio a que, de los fieles presentes expresaran su sentir, el primero que se levantó fue su hijo menor Esteban, quien agradeció la presencia y compañía de cada uno, al tiempo que, en especial agradeció a su madre por cuidarlo en sus últimos años.
Luego, por encargo de la primera nieta, Rayen -que está en Uruguay- se leyó una carta donde ésta expresó sus sentimientos desde la lejanía, de sus recuerdos con sus abuelos y distancias, como también su felicidad de saber la unión, unidad y diálogo.
Enseguida, el presidente de la Cámara de Comercio, Fidel Valenzuela dio sus condolencias a la familia, y muy especialmente del presidente nacional del Gremio, Rafael Cumsille, quien tuvo en el directorio nacional al dirigente pichilemino a finales de los ’80.
Finalmente, fue el ex dirigente del Club Deportivo “Arturo Prat”, Marcos Olivos, quien destacó al socio pracino, como de sus hijos -todos jugadores en su momento- en las divisiones inferiores; como también, de su cooperación y apoyo a otras instituciones; destacando así esa faceta con otras instituciones.
Acto seguido, la liturgia culminó con el responso, para luego el cortejo dirigirse al Restaurant “Donde Pin-Pon”, continuando hacia la Avenida Costanera donde está ubicado el carro de comida rápida que trabajó hasta último momento junto a su compañera Babi; para continuar su recorrido por Avenida Ortúzar y dirigirse al camposanto a su última morada.
Previo a entrar al Cementerio, se le brindó una segunda despedida, donde -a solicitud de su familia- se hizo escuchar dos tangos de su predilección que, en más de una ocasión, había expresado su deseo para su despedida: Soñemos y Fumando espero; ritmos porteños que se le quedaron en la piel y el corazón en su estada en Argentina cuando emigró por un par de años tras el Golpe Militar.
Carta al abuelo (textual)
Buenas tardes
Familia y presentes
me pidieron darte unas palabras
y resulta que solo puedo agradecerte ser parte de los motivos de querer cambiar. aprender a perdonar, amar y ser intencional, me prometí cada vez que volviera a Pichilemu pasar a saludarte y preguntar como estabas, a pesar de que no fuimos muy cercanos pero notaba tus ojitos brillosos y tus chistes para la emoción del encuentro, tu clásico “che” siempre salta y tu clásica bata blanca. (ahora sonrió) no supe cuales fueron tus sueños, ni tus mejores momentos. Quizás supe ver mas de tu dolor.
pero dentro de mí, agradezco el regalo mas maravilloso que es, existir.
como también tener el papá y la familia hermosa que me tocó. (gracias a tu simple existencia).
Hoy lejos, tienes a todos reunidos, cerca y que importante es la unión, el diálogo, el estar presente en cada momento.
Agradecer estar vivo para que se de la unión. Donde estes espero que sientas en gratitud de tenerlos a todos honrando tu pasaje por esta vida.
estar lejos no es fácil, pero a través de mis recuerdos, te siento acá y me siento allá.
mi recuerdo mas lindo, fue verte llegar después de mi abuela muy temprano casi a primera hora para ir a saludarme por mi cumpleaños cuando era chica.
se que fui importante para ti y se que nos amabas mucho, a pesar de que cueste verlo.
espero que estes descansando en paz abuelo, que el dolor haya desaparecido y estes con el resto de la familia que te estará abrazando en algún lugar.
Pido hoy que la familia sepa mas del amor, sepa valorar el encuentro y agradecer tener tiempo para cambiar en la vida terrenal lo que causa dolor.
Familia. los amo. no hay culpas por falta de tiempo, solo queda soltar el dolor e ir hacia cosas nuevas.
solo queda creer, confiar, la fe y particularmente el amor.
att
Rayen Saldias Pino
Fotografías: WSG